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Amnistía Internacional manifiesta su solidaridad con las víctimas de atentados de grupos armados

Durante su participación en la Cumbre Internacional sobre
"Democracia, Terrorismo y Seguridad" que se celebra en vísperas del primer
aniversario de los atentados de Madrid, la secretaria general de Amnistía
Internacional, Irene Khan, ha pedido a la comunidad internacional que adopte
una estrategia global para combatir los abusos de grupos armados y ha
señalado que dicha estrategia debe tener los derechos humanos como núcleo.

Irene Khan ha manifestado: "Es valiente conmemorar el primer aniversario de
los atentados de Madrid, en los que murieron 192 personas y miles más
resultaron heridas, con un debate sobre cómo responder al terror. Es
valiente porque muchas sociedades que experimentan el terror responden
viviendo con miedo. Y, una vez que el miedo se instala en una sociedad,
puede conducir a un ciclo y una cultura que crean una dinámica destructiva
en la que todo el mundo sale perdiendo".

"Los ataques deliberados contra las personas corrientes constituyen un grave
abuso contra los derechos humanos fundamentales y una grave violación de los
principios básicos de humanidad. No pueden tolerarse ni justificarse. Los
grupos armados y los individuos no están por encima de la ley. También ellos
tienen obligaciones."

"Nos corresponde a todos nosotros condenar a quienes cometen atrocidades
como la de Madrid. Esas atrocidades deben combatirse, pero sin renunciar a
nuestros valores fundamentales. Si combatimos el terror con el terror, los
otros habrán triunfado", ha añadido Irene Khan.

Lamentablemente, la agenda de seguridad mundial puesta en práctica desde el
11 de septiembre de 2001 ha llevado a un aumento de los abusos contra los
derechos humanos por parte de grupos armados, gobiernos e individuos en
todas las regiones del mundo. En muchos países, las nuevas doctrinas de
seguridad han ampliado el concepto de "guerra" a áreas que antes se
consideraban de cumplimiento de la ley. Esto ha traído consigo la noción de
que los derechos humanos pueden dejarse a un lado cuando se trata de la
detención, el interrogatorio y el procesamiento de sospechosos de
terrorismo.


El gobierno estadounidense ha mostrado un flagrante desprecio por los
principios de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario,
desprecio que ha quedado patente con el establecimiento de las comisiones
militares de Guantánamo, las políticas de detenciones arbitrarias, los
traspasos de prisioneros fuera del ámbito del Estado de derecho y las
denuncias de tortura procedentes de Abu Ghraib y otros lugares. Este
comportamiento ha llevado a otros gobiernos a creer que es aceptable violar
los derechos humanos en nombre de la seguridad.


En todo el mundo, desde Darfur (Sudán) a Nepal, las crisis de derechos
humanos se están ignorando o justificando en nombre de la seguridad.
En 2004, Amnistía Internacional documentó graves abusos contra los derechos
humanos -tales como homicidios deliberados y arbitrarios de civiles,
torturas, secuestros y tomas de rehenes- perpetrados por grupos armados en
35 países.

En su participación en la Cumbre, Irene Khan ha declarado: "Debemos
reaccionar a la amenaza planteada por los grupos armados, pero nuestra
reacción no debe ser desproporcionada. A menos que la respuesta de los
gobiernos esté firmemente arraigada en el respeto de los valores y normas de
derechos humanos, el resultado no será un mundo de esperanza y seguridad,
sino un mundo regido por el miedo. Un mundo con miedo no es un mundo libre".

"El respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales no es
optativo. No hay argumento sobre la seguridad o la libertad que justifique
el abuso contra los derechos humanos. Ni los Estados, ni los grupos armados
ni los individuos están por encima de la ley."

Amnistía Internacional