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El 65'1% de los gallegos apuesta porque Galicia siga siendo una Comunidad Autónoma y sólo el 4'9% quiere la independencia, según el barómetro de la USC que también refleja que el PPdeG se quedaría a tres escaños de la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas

El 46,6% de los ciudadanos gallegos cree que la situación política que vive Galicia es mala o muy mala, pero el 40,6% cree que esta coyuntura irá a mejor en los próximos años, según el Barómetro Político 2004 elaborado por la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Este estudio, realizado mediante 1.200 entrevistas, 300 en cada una de las cuatro provincias, detecta que sólo un 22,4% de los gallegos cree que la situación política actual en Galicia es muy buena o buena. Así, el 33,2% de los encuestados considera que el estado politico de Galicia ha empeorado respecto a hace cuatro años y sólo un 16,6% cree que ha mejorado. Sin embargo, sólo un 14,5% de los ciudadanos reconoce
una situación personal en el último año mala o muy mala, mientras que el 45,5% evalúa de esta forma la situación económica de Galicia en la actualidad y un 37,6% cree que esta coyuntura mejorará en los próximos años. El responsable de este barómetro, el profesor José Manuel Rivera, interpretó que estos datos revelan la percepción social de una crisis política en Galicia, pero la confianza en los próximos años refleja una idea de momento de cambio en la sociedad. El sondeo fue elaborado entre el 22 de noviembre y el 13 de
diciembre de 2004, en plena polémica por las partidas de los Presupuestos del Estado para 2005 destinadas al Plan Galicia y sólo unas semanas después de la crisis interna que vivió el PPdeG, primero debido a la amenaza de escisión de los populares de Ourense y después
por el debate en torno al relevo de Jesús Palmou en la Secretaría General del partido. Por su parte, la labor de gestión del PP al frente de la Xunta experimenta una subida respecto a 2003 y se sitúa en un 4,93, mientras que la calificación de la labor de oposición del PSdeG
retrocede ligeramente hasta un 4,34, así como la del BNG, que disminuye a un 4,10. Los ayuntamientos son, nuevamente, la institución mejor valorada por los ciudadanos, mientras que el 36,9% de los encuestados califica de malo o muy malo el trabajo desarrollado por
la Xunta y el 37,5% otorga la misma calificación a la labor del Gobierno español. Además, el 90% de los gallegos cree que el Ejecutivo central favorece más a unas comunidades autónomas que a otras. La máxima preocupación de los gallegos es, con diferencia, el paro, que se revela como el gran problema para el 31% de los ciudadanos, seguido por el consumo de drogas, para un 17% de los encuestados, y el terrorismo, para el 12,2%.
Asimismo, el 64,6% de los ciudadanos de Galicia se siente tan español como gallego y el 22,2% más gallego que español, mientras que sólo el 3,8% se decanta por un sentimiento únicamente gallego. Además, sólo el 8,2% de los encuestados dice sentirse únicamente español o más español que gallego. En este ámbito, el responsable del barómetro explicó que la idea del centralismo del Estado está totalmente agotada, ya que el 65,1%de los ciudadanos apuesta porque Galicia continúe siendo una Comunidad Autónoma como hasta ahora y el 20,5% por que la región gane más autonomía que en la actualidad dentro de un
Estado federal. Por contra, sólo un 4,9% de la sociedad gallega quiere que Galicia sea un estado independiente, un índice similar al de los que abogan por la desaparición de las comunidades y que sólo haya un Gobierno central único. Por otra parte, tras más de dos años de la catástrofe del Prestige, el 64,7% de los ciudadanos cree que la mala gestión de los políticos acentuó las consecuencias del accidente y el 38,3% atribuye la máxima responsabilidad al Gobierno central de entonces y el 28,3% a la Xunta. Asimismo, el 51,9% de la ciudadanía cree que la marea negra afectó mucho a la pesca y el 67,3% considera que en la actualidad esta actividad económica se ha recuperado poco o nada del impacto de los vertidos. Por contra, el 61,6% de los encuestados cree que la catástrofe marítima afectó poco o nada al turismo, mientras que el 50,5% considera que repercutió sobre la economía.

El PP perdería la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas, según el barómetro político de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), que le atribuye una horquilla de 34-35 escaños, frente a los 23-24 diputados que obtendría el PSdeG y los 17 del BNG, los mismos con los que cuenta en la actualidad. Según el sondeo realizado por la Facultad de Ciencias Políticas de la USC entre la última semana del pasado mes de noviembre y las dos
primeras de diciembre, el PP obtiene una intención directa de voto del 25,6%, mientras que el PSdeG consigue el 23,2% y el BNG el 17,3%. Sólo el 17,4% de las 1.200 personas entrevistadas manifiesta que aún está indecisa sobre la orientación de su sufragio. Por provincias y teniendo en cuenta un margen de error del 5,77%, el PP sólo resistiría con valores semejantes a las autonómicas de 2001 en Ourense, que registra la mayor intención
directa de voto al PP con un 33,99%. No obstante, los encuestados que confiesan claramanente que votarán a este partido se reducen en A Coruña al 22,40%, provincia en la que el PSdeG supera en intención a los populares con un 23,22%. Al respecto, el responsable del barómetro, el profesor José Manuel Rivera Otero, definió como una debacle la situación que el estudio pronostica para el PP en la provincia de A Coruña. Mientras, en Lugo, los populares registran una intención directa de voto del 27,61%, por el 24,54% de socialistas y el 14,7% de los nacionalistas. En Pontevedra, el 25,51% de los encuestados
confiesa que apoyarán al PP, el 23,72% al PSdeG y el 17,8% al BNG. El barómetro de la USC pronostica también que el PP apenas recibiría transferencia de votos respecto a las anteriores autonómicas, mientras que augura que el 4,3% de los que votaron en 2001 al PP podrían votar al PSdeG y el 2,7% al BNG. Advierte también que el 10,5% de las personas que en las anteriores elecciones votaron al BNG podrían apoyar en las próximas autonómicas al PSdeG. Además, señala que los socialistas serían también el partido más beneficiado de una alta participación en los comicios, ya que prevé que reciban votos del 11,6% de
personas que se abstuvieron en 2001, mientras que el BNG sería la fuerza más apoyada por los nuevos votantes, con un 41,7% de apoyos. El presidente del PPdeG, Manuel Fraga, consigue ser el líder mejor valorado con una nota del 5,07, frente al secretario general del
PSdeG, Emilio Pérez Touriño, que es puntuado con un 5,01, mientras que el portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, obtiene un 4,90, pero su grado de conocimiento entre la población es del 84,9%. No obstante, Fraga es el candidato peor valorado para liderar el
futuro de Galicia. Así, sólo el 22,2% de los encuestados cree que el candidato del PPdeG, que repite por quinta vez consecutiva, podría liderar el futuro de Galicia mucho o bastante,
mientras que el 75,7% cree que lo haría poco o nada. Por su parte, Touriño obtiene la mejor calificación en este parámetro, con el 39,7% de las encuestados que creen que
lideraría mucho o bastante el futuro de Galicia. Por su parte, Quintana consigue que el 33,9% de los sondeados confíe en que puede gestionar adecuadamente la comunidad en los próximos años. Ante la pregunta sobre qué líder puede luchar por los intereses de los gallegos, el 62,4% de los encuestados considera que Fraga lo harái poco o nada y sólo el 35,3% piensa que podría hacerlo mucho o bastante. El 42,9% opina que Touriño lo haría
mucho o bastante, mientras que Quintana obtiene el respaldo del 47,3%. El 42,2 dice que el líder socialista lo hará poco o nada, y el 30,9 opina lo mismo del candidato del BNG. Pérez Touriño es el dirigente que mayor valoración obtiene para ser el líder que puede garantizar la prosperidad económica de Galicia, con el respaldo del 38,2; por el 31, 3 que logra Quintana y el 26,5 de Fraga. El 45,8 afirma que Touriño garantiza poco o nada la prosperidad, mientras que el 44,2 lo atribuye al líder del BNG, y el 69,7 por ciento del presidente de la Xunta.
R.