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Un informe del Instituto Gallego de Estadística (IGE) detecta un crecimiento del 3% de la economía gallega en el último trimestre de 2004

La economía gallega creció un 3% en el tercer trimestre de 2004, y aunque es medio punto más que el PIB español, supone la caída de una décima con respecto a los tres meses anteriores y del poder adquisitivo de los salarios de los gallegos, según los datos dados a
conocer por el Instituto Galego de Estatística. Así lo recoge el Informe de contabilidad trimestral de Galicia del tercer trimestre de 2004 que el director xeral del IGE, Xosé Antonio
Campo, presentó destacando que estos tres meses se caracterizan por el muy buen comportamiento de la economía gallega y la aceleración del empleo. Por contra, apuntó como elementos negativos la incertidumbre que genera la caída de licitación oficial del Estado, la bajada en una décima del poder adquisitivo de los gallegos, y el mal
comportamiento de la producción industrial, sobre todo el sector energético. Campo atribuyó la reducción de esta décima del PIB gallego con respecto al segundo trimestre de 2004, que era de un 3,9%, a la aportación negativa de 0,8 puntos de la demanda interior. Además, la
inflación sube de nuevo al pasar de un 3,1 al 3,3% como consecuencia del la elevación de los precios del petróleo. Asimismo, también se ha constatado una desaceleración del salario,
al caer en una décima el poder adquisitivo de los mismos, a pesar de que de que deberán hacer frente al mantenimiento del gasto de consumo final por hogar de un 3%. No obstante, Campo aseguró que la desaceleración del salario facilita la recuperación de la competitividad exterior de la economía gallega. Asimismo, el IGE también situó como dato negativo la caída de licitación de obra pública. No obstante, el empleo repunta con respecto al segundo trimestre, al crecer de un 0,4 a 1,1%, lo que permite truncar la tendencia ascendente del paro, advirtió Campo, quien aseguró que su ritmo de crecimiento se reduce de forma apreciable. Así, recordó que en el segundo trimestre, como consecuencia de un incremento de la población activa, el paro subió un 24%, mientras que en el tercero ha sido de un 4%, y situándonos en el cuarto estaríamos en crecimientos negativos, adelantó. En cuanto al consumo, se ha registrado un aumento del índice de ventas de comercio detallista de un 2,6%, donde destacan las ventas para el equipamiento de los hogares, coherente con la construcción de viviendas. No obstante, a pesar de que la tónica expansiva de inversión en construcción de vivienda residencial en este tercer trimestre, al pasar de un 3,6 a un 3,7%, se ha registrado una desaceleración, que el IGE califica de transitoria basándose en el número de viviendas a construir y en el de licencias concedidas por los municipios, que en los siete primeros meses aumentan un 25,1%, cuando en 2003 crecían un 4,8%. Asimismo, se ha constatado un fuerte crecimiento de la inversión no residencial, que el IGE auguró que no tendría porque reducirse, como consecuencia de las licencias concedidas en estos momentos. En este tercer trimestre, las exportaciones han crecido un 6,2%, mientras que las importaciones se han reducido en un 1,2, donde para el IGE el factor competitividad está ejerciendo una influencia favorable porque los precios de las exportaciones están aumentando a un ritmo inferior a los competidores. Para Campo, esta tendencia podría asentar las bases para un relanzamiento más intenso de las exportaciones gallegos. Además, indicó que el buen comportamiento de las exportaciones de servicios se vio favorecido, como en otros trimestres, por el comportamiento de turismo por estar en el Xacobeo. Así, en el último trimestre los viajeros a Galicia crecieron un 14,8 %, el número de pernoctaciones aumentaron un 16,9%; y el tráfico aéreo creció el 7,8%. En cuanto a los sectores productivos, el sector primario creció un 3,5%, por la buena cosecha vitivinícola y de los subsectores agrícola y pesquero, aunque ligeramente detractivo en el ganadero y
forestal. A pesar de que el industrial crece un 1,1%, Campo apuntó que el comportamiento ha sido bastante divergente, ya que las ramas energéticas descienden un 0,6%, mientras que las industriales, un 1,6%. Además, el director xeral del IGE precisó que todavía las ramas industriales no tienen un crecimiento similar a las de la economía española, lo que introduce un factor de preocupación en el crecimiento económico de Galicia.



R.