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El presidente gallego apuesta por negociar unas reglas básicas antes de emprender reformas importantes como la financiación o la Constitución

Nota de prensa del Gabinete de Comunicación de la Xunta de Galicia:

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sostuvo que la revisión del modelo de financiación o la reforma constitucional, “sabiendo que son dos asuntos de tanta importancia”, deben decidirse no con base en los intereses de uno o de 17 territorios, sino “con base en los intereses de los 47 millones de españoles que somos hoy y también de los que nos sucederán”.

De este modo, ha destacado la necesidad de no volver a caer en esa tendencia narcisista, que no piensa ni con visión de conjunto ni con visión de futuro, recordando que muchos de los problemas que sufre el país vienen de ella: la crisis económica, el crecimiento del populismo y la deriva independentista.

Asimismo, ha destacado que quienes antes sufren las consecuencias de todo esto, las primeras víctimas, son los ciudadanos: “Los que primero padecieron las consecuencias de la crisis que se les ocultó durante más de dos años; los que primero se están decepcionando al descubrir que las recetas mágicas que prometió el populismo sencillamente no existen; y los que primero están pagando la elevadísima factura del independentismo”, ha dicho, resaltando la necesidad de enfrentar a los ciudadanos con sus problemas colectivos, en lugar de esconderlos o disimularlos.

Durante la presentación de Pedro Puy en el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum-Tribuna Galicia, Feijóo ha destacado su vocación de servicio público, presente desde lo inicio de su trayectoria profesional “y, especialmente, importante para Galicia en una época en la cual hacían falta mucho más de dos telediarios para hablar con propiedad de cosas como la estabilidad presupuestaria, las reglas de gasto, el fondo de liquidez o las reformas de la financiación autonómica”.

“Estamos hablando de un hombre impermeable al sectarismo, capaz de relacionarse y de aprender de todos los pensamientos”, ha asegurado, agradeciendo todas sus aportaciones.

Con el objetivo de acertar en la gestión del interés general, el responsable del Gobierno gallego ha hecho hincapié en la necesidad de apostar por una política que piense más allá del día de mañana, alejada de análisis superficiales y de réditos inmediatos.

Feijóo ha concluido insistiendo en la idea de perfeccionar siempre que se pueda los instrumentos de convivencia, pero rechazando que se haga a cuenta de cuestionar en su conjunto el modelo actual, “y mucho más sin que se acuerden ciertas reglas básicas dentro de cualquier nación que respete por igual a todos los ciudadanos”.

Encuentro en el Eo

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reivindicó que la futura revisión de la financiación autonómica incorpore un nuevo tramo de edad, a partir de los 85 años, para dar respuesta a la situación de sobreenvejecimiento que están viviendo comunidades como Galicia, donde el 4,31% de la población (unas 117.000 personas) se sitúa en este grupo de edad, frente al 3,02% en el conjunto de España. Esto supone una repercusión clara en el mayor capítulo de gasto de las comunidades autónomas, la Sanidad pública, que debe tener en cuenta cualquier reforma del sistema.

Esta reflexión, que ya se encuentra recogida en la declaración institucional que firmaron la semana pasada los presidentes de Galicia, Asturias y Castilla y León, encontró eco hoy en la conversación que mantuvo Feijóo con su homólogo asturiano, Javier Fernández, en el marco de los Encuentros en el Eo que organiza la Corporación Voz de Galicia. En esta jornada, los dos mandatarios autonómicos volvieron a poner de manifiesto que las prioridades de Galicia y Asturias son semejantes en asuntos estratégicos como las infraestructuras, la evolución demográfica o la propia financiación autonómica.

Al hilo de este asunto, el presidente gallego indicó que un “sistema de financiación es medir los costes de los servicios, no solucionar un problema político o lograr un acuerdo parlamentario”. Recordó que las balanzas fiscales pueden llamar a engaño, puesto que recogen la contribución de las empresas que tienen su sede fiscal en cada comunidad, y que tampoco se debe caer en el error “de comparar cosas que no son homogéneas”. Por ejemplo, medir simplemente los volúmenes de población obvia el hecho de que en algunas comunidades un hospital puede dar cobertura a 500.000 personas, mientras que en Galicia este volumen de población precisa de dos o tres centros.

Respecto a los plazos que se pueden manejar para la apertura de las negociaciones sobre la financiación autonómica, Feijóo resaltó la importancia de las próximas elecciones autonómicas catalanas. Entre otros asuntos, debe conocerse si la Generalitat de Cataluña que salga de las urnas va a asistir al Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde se deberá discutir esta reforma de manera multilateral. Indicó también que la vía para un acuerdo está más clara ahora, una vez ya fue aprobado con una amplia mayoría en el Congreso, la financiación para el País Vasco, sobre lo que precisó que “pedir que se nos explique el cupo vasco nos parecen un acto de lealtad”.

Los presidentes asturiano y gallego mostraron también puntos en común en lo que respecta a la posible reforma de la Constitución española. Sobre este asunto, Feijóo aseguró que “no hay que tener miedo” a una reforma siempre que sea quien de concitar amplios consensos y que se elabore con el mismo sentido de Estado que tuvieron los que la redactaron en el 1977 y la aprobaron en el 1978. Entre las novedades que se podrían incluir están referencias a los tratados de la Unión Europea o una delimitación clara de las competencias autonómicas, estatales y compartidas.

Feijóo comenzó su intervención sobre el reto de las infraestructuras lamentando el “error” que supuso, históricamente, primar la conectividad de Galicia con Madrid sobre las conexiones con la cornisa cantábrica, que para nuestra Comunidad son “mucho más importantes”, a juicio del presidente. Prueba de esto es que el último tramo de la Autovía del Cantábrico no fuera inaugurado hasta finales de 2014.

A nivel de carreteras, recalcó la importancia de que el Gobierno central siga avanzando, en la conexión entre Barreiros y San Cibrao, que articule la Mariña lucense, la zona económicamente más pujante de la provincia de Lugo. Feijóo puso en valor los avances que la Xunta llevó a cabo en la Vía de Altas Prestaciones Costa Norte, como la variante de Ortigueira y el trecho Celeiro-San Cibrao (ambos ya en servicio y que contaron con una inversión de 98,8 millones de euros) y se comprometió en seguir avanzando en tramos que quedan pendientes, como la circunvalación de Viveiro.

Feijóo reveló que ya le trasladó al Ministerio de Fomento a necesidad de poner remedio a la ausencia del noroeste peninsular en el Corredor Atlántico. La inclusión de Galicia en este sistema es necesaria para facilitar una salida rápida por ferrocarril a toda Europa de las mercancías que se descargan en los puertos gallegos, además de por las oportunidades de financiación europea que supondría.

Sin embargo, reconoció también los avances logrados en la llegada del AVE a Galicia, confirmados tanto por Fomento como por las empresas constructoras y recordó que el año de parálisis que sufrió España en 2016 tuvo efectos sobre los tramos que aún están pendientes. En consecuencia, se retrasó tres trimestres, hasta 2019, el final de la construcción de esta línea.

Fotografía: Gabinete de Comunicación de la Xunta de Galicia
R.