Skip to main content

Cerrado el pacto de gobierno entre el PSdeG-PSOE y el BNG. Ambas formaciones políticas dirigirán la Xunta de Galicia tras el acuerdo alcanzado y escenificado con un apretón de manos

BNG y PSdeG cerraron, finalmente, con un apretón de manos entre el secretario de Organización del PSdeG, Ricardo Varela, y el coordinador de la Executiva nacionalista, Francisco Jorquera, un pacto de gobierno "riguroso, serio y generoso" que muestra el "deseo" de "cambio" que los gallegos expresaron con su voto en las pasadas elecciones autonómicas. Tanto Varela como Jorquera, subrayaron tras finalizar la reunión entre las comisiones negociadoras, que el acuerdo de gobierno al que han llegado ambas formaciones para los próximos cuatro años es "bueno" para Galicia y está concebido como un "contrato con la sociedad".

PSdeG y BNG alcanzaron, 22 días después de iniciar las negociaciones y un mes depués de las elecciones autonómicas, el acuerdo definitivo para la formación del Gobierno de coalición en la Xunta de Galicia, que prevé que los socialistas gestionen la Presidencia y ocho consellerías, mientras que a los nacionalistas les
corresponden una vicepresidencia -con las competencias de Benestar Social y Relacións Institucionais- y otros cuatro departamentos. El pacto se cerró después de que los líderes de ambos partidos, el socialista Emilio Pérez Touriño y el nacionalista Anxo Quintana, resolvieran en una reunión los flecos pendientes sobre el reparto de las competencias y la redacción del programa de Gobierno, que perfilaron definitivamente las delegaciones de las dos formaciones en un encuentro posterior.
De este modo, Touriño y Quintana pactaron que las competencias de relaciones con los medios de comunicación y la comunicación social -de la que depende la dirección de la CRTVG- dependan directamente del presidente de la Xunta, al igual que el área de Política Lingüística. No obstante, el líder socialista admitió la demanda del BNG de crear una comisión "paritaria" que asuma la definición "colegiada" de los criterios de la política de comunicación y lingüística, así como el nombramiento de los distintos responsables.
Esta concesión se debe a que Comunicación Social estaba adscrita a
Cultura, un departamento que gestionará el Bloque. Quintana también reivindicó Política Lingüística -que correspondía a Educación-, pero Touriño defendió que dependa directamente de él.

Otros de los flecos que se han resuelto es que las competencias de Montes y Política Forestal -actualmente adscritas a Medio Ambiente, que gestionará el PSdeG- se incorporen a la Consellería de Medio Rural (anterior Política Agroalimentaria), que dirigirá un nacionalista. Además, el Bloque también consigue para Benestar las competencias de Servizos Comunitarios, que el PSdeG pretendía incluir en la nueva Consellería de Emprego.
Tras este acuerdo, los socialistas asumirán la Presidencia de la
Xunta, con las áreas de Comunicación Pública, Política Lingüística y
Emigración; y también gestionarán las consellerías de Presidencia
-que tendrá las áreas de Interior y Xustiza-, Economía e Facenda,
Ordenación do Territorio, Educación, Sanidade, Pesca, Medio Ambiente y Emprego.
Mientras, el BNG tendrá una vicepresidencia, que ocupará Anxo
Quintana, con las áreas de Relacións Institucionais y Benestar Social. Asimismo se hará cargo las consellerías de Cultura, Industria, Medio Rural y Vivenda, de nueva creación.
El encuentro sirvió también para que las dos comisiones alcanzasen un acuerdo sobre la redacción definitiva del programa de Gobierno, sobre todo en algunos aspectos que han enfrentado a ambos partidos. Así, según confirmaron fuentes de la negociación, se ha desechado la reivindicación de la "deuda histórica" y poner un cifra sobre la misma, tal y como exigían inicialmente los nacionalistas.
De este modo, los futuros socios acordaron reivindicar el "déficit
estructural" de Galicia y, además, los socialistas apoyaron el
compromiso de demandar al Gobierno central que en los próximos años destine a la comunidad una "inversión mínima" del 8 por ciento de lo previsto para el PEIT y para todos los planes complementarios. Según fuentes nacionalistas, este compromiso supondrá una inversión de más de 20.000 millones de euros durante la vigencia del plan de infraestucturas elaborado por Magdalena Alvarez.
Por lo que respecta al Estatuto, los dos partidos asumieron la
"prioridad" del nuevo Gobierno y de los dos grupos parlamentarios de "impulsar" su reforma, con el objetivo de que se "reconozca el
carácter nacional de Galicia, dentro de un Estado que avance hacia su plurinacionalidad". También se logrado el compromiso de que el futuro gobierno impulse una política de democratización de las cajas de ahorro gallegas y exigir a sus órganos rectores que destinen sus beneficios a la inversión en sectores estratégicos para el desarrollo económico de Galicia.
Los portavoces de la comisión negociadora indicaron que, a pesar de que los trabajos de este órgano están "terminados", "queda pendiente la redacción definitiva". Por ello, anunciaron que tanto el secretario xeral del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, como el portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, serán quienes presenten públicamente el documento final.
Tanto Varela como Jorquera coincidieron en destacar que ambas
delegaciones realizaron un "gran esfuerzo" para expresar con un pacto el "deseo de cambio" de los gallegos. Así, el secretario de
Organización socialista apuntó que las dos delegaciones realizaron un trabajo "riguroso, serio y generoso". "Tenemos un pacto que es bueno para Galicia, para nuestro futuro, y consolidará un gobierno de cambio", agregó. "Podemos felicitarnos por el trabajo realizado y, desde luego, estamos satisfechos por las dos semanas de contactos para llegar a este acuerdo", añadió.
El coordinador de la Executiva nacionalista apuntó que ambas
formaciones "supieron estar a la altura" de las circunstancias tras
el "cambio" expresado por los gallegos el pasado 19-J. "Hubo un
esfuerzo mutuo de integración, de compresión, de poner el desafío que tenemos delante de la sociedad gallega, de no defraudar ese deseo para un cambio importante en nuestro país por encima de intereses de corto alcance", apuntó. Así, se mostró "muy satisfecho" por el trabajo realizado por ambas delegaciones tras dos semanas de "trabajo intenso". Además, aclaró que el acuerdo alcanzado será "publicitado con luz y taquígrafos".
R.