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Nota de los obispos de la Provincia Eclesiástica ante las próximas elecciones al Parlamento de Galicia

2. El compromiso del cristiano en el mundo se presenta de diferentes modos. Uno de ellos ha sido el de la participación en la acción política. Las actuales sociedades democráticas exigen nuevas y más amplias formas de participación en la gestión pública pues ésta en un sistema político democrático no podría desarrollarse provechosamente sin la activa, responsable y generosa participación de todos, “si bien con diversidad y complementariedad de formas, niveles, tareas y responsabilidades”.  

3. Somos conscientes de que las elecciones son uno de los momentos más importantes de participación. Elegir libre y responsablemente a nuestros representantes políticos pertenece a las exigencias de la dignidad humana, tal como nos ha recordado el Concilio Vaticano II. Consecuentemente, la participación electoral ha de partir del mejor conocimiento posible de los programas políticos de los partidos que se presentan, con el fin de valorar ética y moralmente su proyecto sobre la persona y la sociedad.

4. Los cristianos estamos llamados a contribuir al bien común conforme al Evangelio de Jesucristo que ha descubierto al hombre su vocación de hijo de Dios y, desde ella, le compromete en la exigencia de una vida fraterna y justa, en la que cada individuo y cada pueblo han de encontrar el respeto y las condiciones de su desarrollo espiritual y material.

5. Entendemos como algo fundamental que los políticos utilicen la palabra como vehículo de la verdad, una palabra justa, expresiva, respetuosa, y capaz de hacer entender la realidad, reconociendo en todo momento las dificultades en ese afán de evitar los errores y potenciar los aciertos.Ello nos ayudará a valorar el sentido ético y la capacidad técnica de los candidatos, y a considerar qué personas y propuestas responden más adecuadamente a los problemas de nuestra comunidad autónoma,mirando siempre al bien común. 

6. Desde esta perspectiva consideramos, entre otros, como criterios que pueden ayudar a discernir, los siguientes:
- defender la vida en toda circunstancia desde el momento de su concepción hasta la muerte natural.
- favorecer la familia y, dentro de ella, las condiciones de natalidad,
- poner toda diligencia enfomentar una educación integral que promueva los valores éticos y morales,
- atender a la situación de los jóvenes cuya problemática recae sobre todo en la familia,
- ofrecer proyectos creativos que afronten los problemas que tienen planteados nuestra gente del campo y del mar, y las personas que se encuentran en paro,
- preocuparse por los grupos sociales más débiles,
- asegurar un sistema económico justo,
- y cuidar la salud, el medio ambiente y la naturaleza.
Todo ello, además de la historia de los diferentes partidos, ayudará a que los ciudadanos puedan hacer su opción política con libertad y responsabilidad.

7. Desde nuestro reconocimiento de la independencia y autonomía de la comunidad política y la Iglesia en sus respectivos campos, subrayamos que “con su adhesión fiel al Evangelio y con el ejercicio de su misión en el mundo, la Iglesia a quien corresponde fomentar y elevar todo lo verdadero, bueno y hermoso que se encuentra en la comunidad humana, consolida la paz entre los hombres para gloria de Dios”. En este sentido los políticos católicos en este momento histórico no deben perder de vista a su patrón Santo Tomás Moro, “que supo testimoniar hasta el martirio la inalienable dignidad de la conciencia. Aunque sometido a diversas formas de presión psicológica, rechazó toda componenda, y sin abandonar la constante fidelidad a la autoridad y a las instituciones que lo distinguía, afirmó con su vida y su muerte que el hombre no se puede separar de Dios, ni la política de la moral”. Ser cristiano conlleva asumir un discernimiento crítico sobre la realidad que nos toca vivir.

8. “Vivir en democracia no equivale a una nivelación cultural y espiritual de los ciudadanos en el ocultamiento o la negación de sus propias convicciones de orden cultural, religioso o moral”. Las opciones políticas de los católicos deben estar en armonía con los valores del Evangelio, siendo coherentes con su fe tanto al elegir como si son elegidos. La Iglesia que mantiene su identidad propia, basada en las enseñanzas de Cristo, y que no se identifica con ningún partido político,“invita a todos los cristianos a la doble tarea de animar y renovar el mundo con el espíritu cristiano, a fin de perfeccionar las estructuras y acomodarlas mejor a las verdaderas necesidades actuales”. En este mismo espíritu,agradeciendo a nuestros políticos su dedicación y entrega en favor de los demás, exhortamos a todos a ejercer el derecho de votar y cumplir con esta obligación de la que sólo por razones graves puede uno sentirse dispensado.
Provincia Eclesiástica de Santiago de Compostela (Julián, arzobispo de Santiago + José, obispo de Mondoñedo-Ferrol + José, obispo de Lugo + José, obispo de Tuy-Vigo + Luis, obispo de Ourense)