Monseñor Barrio apuesta por la verdadera integración social de los emigrantes

El Arzobispo de Santiago, Julián Barrio, acaba de publicar su última carta pastoral con motivo del Día Mundial de las Migraciones que la Iglesia celebra el Domingo 15 de enero bajo el lema JUNTOS CONSTRUIMOS: el barrio, la Iglesia, la ciudad, el mundo. Nuestro Arzobispo asegura que “las personas deben tener la oportunidad de emigrar de forma seguro y autorizada, más por opción que por necesidad, valorando las capacidades de los inmigrantes y reconociendo el papel que están realizando en la promoción del crecimiento económico y la de la reducción de la pobreza”.

Recordando el mensaje de Benedicto XVI para esta 92ª Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, en el que hace notar que las migraciones pueden considerarse hoy como uno de los signos de los tiempos, Monseñor Barrio considera que “esta realidad interpela de manera acuciante la sensibilidad cristiana, planteando retos significativos individual y colectivamente, a la sociedad y a la Iglesia, para lograr la conveniente integración social y religiosa”.

Asimismo, en su carta valora la riqueza que para la sociedad y para la Iglesia ofrece la presencia de inmigrantes entre nosotros. Por eso, “las políticas de emigración debe realzarse con coherencia y reforzar su capacidad por medio de una mayor cooperación a nivel regional y de un diálogo más efectivo”.

El Arzobispo Compostelano recuerda también palabras de Juan Pablo II, quien afirmaba que el creciente fenómeno de la inmigración estimula a toda la sociedad europea y sus instituciones a buscar un orden justo y modos de convivencia respetuosos de todos y de la legalidad en un proceso de integración. Monseñor Barrio hace suyas estas palabras subrayando la importancia de encontrar formas de acogida y hospitalidad inteligentes y valorando también la preocupación de la Iglesia por continuar su actividad, los servicios de acogida y atención pastoral, para que se respeten su dignidad y libertad.

Por último, destaca la labor de la familia y la escuela ofreciendo formación en la comprensión del otro y en el respeto a la diversidad; y animando a las parroquias y organizaciones católicas a plantearse una verdadera pastoral de migraciones dentro de la Diócesis