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Monseñor Barrio: ante el hambre y la pobreza no podemos mirar para otra parte ni hacer oídos sordos

El Arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en su última carta pastoral con motivo de la campaña contra el hambre de Manos Unidas, indica a sus diocesanos que “no podemos mirar para otra parte ni hace oídos sordos”, ante el hambre y la pobreza que siguen siendo un desafío mundial y una grave situación para millones de personas.

El pasado día 7 de febrero, Manos Unidas presentó su Campaña XLVII “Otro mundo es posible, depende de ti”, que cierra el trienio 2004/2006 centrado en la reflexión acerca de los desafíos que plantea el fenómeno imparable de la globalización en el mundo.

Por eso, Monseñor Barrio recuerda que “por estas causas mueren cinco millones de niños cada año y veinte millones nacen en condiciones precarias, y los que sobreviven, sufren durante toda su vida discapacidades físicas y cognitivas. Y lo cierto es que 1.300 millones de personas viven en una extrema pobreza, sin gozar de ningún servicio ni tener ninguna posibilidad de escolarización”. Así, esta creciente pobreza material se contrasta en el analfabetismo, pobreza espiritual originada por la falta de libertad religiosa, y pobreza política que impide participar en la construcción de la propia nación.

Con la esperanza de que otro mundo más habitable y otra sociedad más justa son posibles si cada uno colabora al bien común de todos, el Arzobispo de Santiago asegura que es necesario “considerar nuestro propio compromiso, encontrar solución definitiva al pesado lastre de la deuda externa de los países pobres, garantizar la financiación necesaria a través de diferentes formas, hacer efectiva la aportación necesaria del presupuesto anual de los países desarrollados, y revisar los actuales estructuras para trabajar en un modelo de desarrollo integral y solidario”. Y por otra parte, es preciso corregir unos mecanismos económicos, financieros y sociales que hacen más rígida la riqueza de unos y la pobreza de otros. Promover la cultura, mejorar la responsabilidad gubernamental y aumentar los niveles educativos son, para Monseñor Barrio, los retos de las organizaciones internacionales.

Por último, realizando una llamada a todos, el Arzobispo cree necesario seguir apoyando la labor incansable de los misioneros y de las organizaciones eclesiales, así como acrecentar la colaboración con otras instituciones que no ahorran esfuerzo alguno en este propósito. “La Iglesia apoya y anima este compromiso invitando a manifestar un amor preferencial por los pobres”, indicó.

Las tres delegaciones de la Diócesis (Santiago, Pontevedra y Coruña) comenzaron esta campaña contra el hambre el pasado miércoles con Eucaristías y mesas redondas. El viernes 10 de febrero se celebra el Día del Ayuno Voluntario y a las 20.00h, en la plaza del Toural de Santiago, hay actividades y la lectura de un manifiesto. Así, muchas parroquias celebran Cenas del Hambre. El domingo 12 de febrero la colecta de todas las iglesias es para Manos Unidas
Gabinete de Comunicación Arzobispado de Santiago de Compostela