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Xosé Cuiña decide presentar una candidatura para alcanzar la Presidencia del PPdeG. El aspirante a sucesor de Fraga pretende liderar una refundación del partido que signifique la recuperación de su autonomía frente a Génova

El ex conselleiro de Política Territorial y diputado por Pontevedra, Xosé Cuiña, anunció oficialmente que presentará su propia candidatura a la sucesión de Manuel Fraga para acometer "una refundación" del partido "en clave gallega, sin paliativos y radicalmente democrática", con la finalidad de que el PPdeG recupere su "autonomía" respecto a la dirección nacional de los populares. Cuiña puntualizó que la "lógica autonomía" del PPdeG debe ser compatible con la integración dentro de un proyecto político estatal.


Xosé Cuiña -que junto a José Manuel Barreiro y Enrique López Veiga son los tres aspirantes a la sucesión de Fraga confirmados oficialmente- defendió que el partido en Galicia debe tener "autonomía suficiente" para elaborar candidaturas y "negociar
aspectos concretos diferenciados del resto de España". En este sentido, apostó por que los candidatos a cualquier elección sean decididos por las bases del partido y se mostró partidario de el presidente de la Xunta no supere más de dos mandatos. Así, expuso que su proyecto político para superar la "encrucijada" en la que se encuentra el PPdeG se basa en "galleguizar" el partido y "abrir una nueva etapa" en la que los populares puedan "gobernar Galicia con todos los partidos y sin exclusión de ninguna fuerza política del arco parlamentario". "El PP tiene que tener voluntad de gobernar con todos. No se puede autoexcluir", afirmó al estimar que la causa de la pérdida de la mayoría absoluta en Galicia radicó en "el final de un ciclo".

El que fue considerado delfín de Fraga durante 13 años, hasta que en 2003 fue cesado como conselleiro de Política Territorial, abogó por participar en las negociaciones para la reforma del Estatuto de Autonomía como vía para "poner a Galicia en pie de igualdad con las
comunidades y territorios más avanzados". En este ámbito, precisó que mantiene ideas "absolutamente coincidentes" con el fundador del PP, Manuel Fraga, porque parte de la base de que los cambios estatutarios deben realizarse "dentro del marco de la Constitución". Entre las medidas para reforzar la "democracia interna" en las filas populares, Cuiña se comprometió a que, si es el nuevo presidente del PPdeG, a finales de 2006 convocará un nuevo cónclave extraordinario para someter a votación su gestión y que se evalúe su trabajo de "renovación interna". Además, dijo ser "partidario" de que
el candidato del PPdeG para las elecciones autonómicas de 2009 no esté predeterminado por el resultado del cónclave del 14 y 15 de enero, sino que sea elegido en otro congreso autonómico, como estipulan los estatutos del partido.

Xosé Cuiña, de 55 años de edad, garantizó que su intención es defender estas ideas "siempre dentro del PP de Galicia" y juzgó que "está fuera de lugar" que se especule con que, si no gana el congreso de la sucesión, fundará un partido al margen. "Estoy mentalizado para ser el presidente del PPdeG y un simple militante de base, porque desde la militancia también se puede contribuir al partido", aseveró. El también ex secretario general del PPdeG rechazó "componendas a priori" de los aspirantes a la sucesión de Fraga para integrar candidaturas y abogó por que el congreso sirva para que los militantes "expresen democráticamente quién el es líder natural del partido". Pese a que se confesó contrario a "la política del cenáculo" y apostó por las decisiones en "urnas", reconoció que tiene "más sintonía política" con el ex vicepresidente segundo de la Xunta, Xosé Manuel Barreiro, frente a Alberto Núñez Feijóo, con quien mantiene "una correcta relación". En todo caso, advirtió de que, el ganador del congreso de enero,
deberá tener "generosidad e inteligencia para adoptar una postura integradora y reconciliadora" que preserve la unidad de las filas populares. Acerca de sus contrincantes en el proceso, evitó hacer valoraciones a mayores, y aseguró que él hablará con "todos los compromisarios" para exponer sus planes, pero que no piensa utilizar "ni una sola sede del partido". En sus primeras estimaciones, indicó que tiene apoyos "en todas las provincias", aunque "en unas más que en otras".

Tras someterse a una sesión fotográfica en la Alameda compostelana, con la Catedral de Santiago de fondo, Cuiña realizó un repaso por su trayectoria política para justificar que se siente "legitimado" para luchar por la Presidencia del PPdeG porque es "el
último eslabón de una cadena". Según dijo, después de tres años de "análisis y profunda reflexión", pugnará por la sucesión en el PPdeG "por amor a Galicia, por vocación, por pasión política y por responsabilidad al formar parte de un proyecto desde su origen". Además, agregó que tiene "el mismo derecho" que cualquier otro militante a optar a ser el próximo líder del PPdeG. El político de Lalín (Pontevedra) reivindicó su trayectoria de trece años en el Gobierno gallego y, aunque pidió disculpas por los "errores cometidos", expuso un balance de su trabajo en el Ejecutivo y en el partido "correcto en el plan jurídico, administrativo y político". Así, se atribuyó logros como la red de autovías, la modernización del ferrocarril y la puesta en marcha de la alta velocidad ferroviaria y definió a Manuel Fraga como "el principal motor" del proceso de modernización de Galicia, aunque él se situó como "otro de los motores". Al respecto, Cuiña quiso aclarar que no aceptó un puesto en la Administración gallega por ambición personal, "sino por no fallarle a Fraga" y remarcó que "nunca" le pidió "ningún puesto político" ni nada que no pudiese ganar por sus "méritos". "Estuve en proyectos fundamentales siempre de la mano de Fraga y siempre de acuerdo con él. Siempre le fui leal y le obedecí", proclamó tras garantizar que se siente con "la capacidad, la voluntad y la fuerza de espíritu suficiente" para afrontar el proceso sucesorio.

Xosé Manuel Barreiro

El presidente provincial del PP de Lugo y candidato a la sucesión en el PPdeG, Xosé Manuel Barreiro, aseguró que el ex conselleiro José Cuiña presenta su candidatura al congreso extraordinario de enero "con la misma legitimidad" que los demás aspirantes. A preguntas de los periodistas en una rueda de prensa, Barreiro subrayó que Cuiña "tiene demostrado compromiso y capacidad de trabajo" en el seno del PP e hizo extensivas estas cualidades a los demás aspirantes a la sucesión que ya se conocen. Preguntado por si propiciará negociaciones con Cuiña para favorecer una integración de candidaturas, el ex vicepresidente segundo de la Xunta respondió: "ni intento ni dejo de intentar". A su juicio, los dirigentes y militantes del partido deben asumir el proceso sucesorio "con la más absoluta normalidad". "Dentro de este proceso de debate interno no hay que ver como nada
raro que haya cuatro o cinco candidaturas, ni nada anormal que a lo largo del proceso se lleguen a posturas de consenso", aseveró. Además, abogó por que la actividad del PP "no gire exclusivamente alrededor del congreso", ya que el partido "tiene una actividad
política al margen" como principal partido de la oposición.

Enrique López Veiga

El ex conselleiro de Pesca y aspirante a suceder a Manuel Fraga al frente del PPdeG, Enrique López Veiga, mostró su disconformidad con la posible celebración de nuevos congresos extraordinarios en el las filas de los populares gallegos tras la elección en enero del nuevo presidente regional, al sentenciar que "quien gane, ganó". El diputado del PPdeG por Pontevedra manifestó que no comparte la propuesta del ex conselleiro y también candidato, Xosé Cuiña, de celebrar a finales del próximo año un nuevo congreso extraordinario para ratificar la gestión del sucesor de Fraga. "Tenemos que dejarnos de ambigüedades", sentenció. Para la dirección del PPdeG es necesario que el sucesor de Manuel Fraga elegido en el congreso de enero esté "consolidado" para afrontar los retos a los que el partido se debe enfrentar en el
futuro, como las elecciones municipales de 2007. "No se puede salir de este congreso anunciando otro para final de año", sentenciaron las mismas fuentes. Pese a estas diferencias con la iniciativa de Cuiña, Enrique López Veiga indicó que le parece "positivo" que "cualquier candidato" se presente, ya que es "algo normal" en un proceso sucesorio. De hecho, animó a todo aquel afiliado "que crea que tiene algo que ofrecer al partido" a que se presente a la Presidencia del PP gallego. En cuanto al ideario "galleguista" que Xosé Cuiña propone, el ex conselleiro de Pesca advirtió de que el PPdeG no debe "acercarse al nacionalismo". "Que no nos duela pronunciar la palabra España", pidió López Veiga, que en su manifiesto programático prefirió dar una mayor
importancia al modelo de sociedad "liberal" y a la separación de la política de otros asuntos como la religión.

Alberto Núñez Feijóo

El ex vicepresidente primero de la Xunta y diputado por Pontevedra, Alberto Núñez Feijóo, afirmó que la presentación de candidaturas a la sucesión de Manuel Fraga de "militantes de tanta relevancia" como Xosé Cuiña contribuyen a "reforzar la democracia interna" del PP gallego. El también portavoz adjunto del grupo parlamentario popular subrayó que el hecho de que presenten su candidatura todos aquellos militantes que lo deseen no sólo refuerza al partido, sino también "al nuevo presidente que salga elegido" en el congreso extraordinario de enero. Núñez Feijóo aseguró que una persona "con tanta experiencia" como Cuiña "habrá meditado mucho" la decisión de presentarse a la sucesión y que, finalmente, consideró que su participación en el proceso "era lo mejor para el partido".
El ex vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Política Territorial no ha presentado aún su candidatura de forma oficial, pero continúa manteniendo reuniones con alcaldes y presidentes locales del PP en las provincias de A Coruña, Pontevedra y Ourense para conocer su opinión sobre sus aspiraciones a suceder a Fraga. "Una vez finalizadas las reuniones transmitiré mi decisión", anunció el portavoz adjunto del PP en el Parlamento gallego, que previsiblemente será el cuarto y último aspirante a la sucesión tras haber anunciado su candidatura Enrique López Veiga, Xosé Manuel Barreiro y Xosé Cuiña.
R.