El ex alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, se despide del presidente de la Xunta de Galicia antes de incorporarse a su nuevo cargo en el Vaticano

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, ha asegurado que el ex alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, desempeñará su responsabilidad como embajador de España en el Vaticano «como hizo siempre todo en su vida: acertando, con entrega y con vocación de servicio a la causa pública». Touriño mantuvo una reunión con Vázquez en su despacho del Pazo de Raxoi, en la que es la última despedida institucional del ex regidor coruñés antes de abandonar Galicia.

Tras la firma de Vázquez en el libro de honor de la Xunta, y después de más de una hora de reunión, ambos comparecieron ante los medios de comunicación para expresar el reconocimiento mutuo que se profesan y la confianza que se inspiran en sus cometidos.

El presidente de la Xunta afirmó del ex regidor coruñés que por encima de todo ha sido «amigo y compañero» de vocación, ilusión y compromiso con «los mejores ideales» del socialismo, así como el «mejor alcalde» que «le deja a Galicia el mejor regalo que se puede hacer: el de una gran ciudad que es un orgullo para todos y una contribución» a la Galicia progresista que pretende construir. «A partir de ahí le deseo lo mejor para él porque será lo mejor para España», manifestó Touriño, quien dijo estar «seguro» de que Vázquez desempeñará su nueva tarea de embajador «como hizo siempre todo en su vida: acertando, con entrega, con vocación de servicio a la causa pública y trabajando por el bien del país en la representación que le corresponde».

Por su parte, el ex regidor coruñés confesó su «emoción» porque con tras esta despedida le dice «adiós» a Galicia, a los gallegos y a su presidente, con quien compartió desde joven «la ilusión de conseguir lo mejor para Galicia y para España», puntualizó. Recordó que fue «compañero y amigo» de Touriño en la lucha por la libertad y la democracia en la construcción de lo que es la España y la Galicia de hoy: la España de la Constitución y la Galicia de la autonomía«, y aludió a la «lealtad institucional» que profesó con todos los presidentes de la Xunta desde que hace 23 años ocupó la alcaldía de A Coruña.

El encuentro se celebró en torno a las 11:20 horas, veinte minutos después de la hora prevista porque, como reconoció el futuro embajador a su llegada al edificio, se entretuvo «dando una vuelta» por la capital gallega. Ambos dirigentes socialistas confesaron estar emocionados por la relación de «amistad» que les une, lo que les llevó a fundirse en un abrazo, y seguidamente se intercambiaron regalos: Touriño le entregó a Vázquez un libro de catedrales, que éste se llevará al Vaticano, según dijo, y el ex regidor coruñés ofreció al jefe del Ejecutivo gallego una figura de Sargadelos de la Casa de las Ciencias.

Nota de prensa remitida por el Gabinete de Comunicación de la Xunta de Galicia:

O presidente da Xunta, Emilio Pérez Touriño, desexoulle ao ex-alcalde da Coruña, Francisco Vázquez, o “mellor” na nova tarefa que vai asumir como embaixador de España no Vaticano. “Deséxolle o mellor para el que será o mellor para España”, indicou Touriño.

Nunha reunión no Pazo de Raxoi, o máximo mandatario galego manifestou a súa emoción por recibir a quen “foi alcalde, amigo e compañeiro de tarefa, de vocación e compromiso cos mellores valores do socialismo que compartimos durante tanto tempo e seguimos a compartir”, reseñou. O titular do Goberno galego manifestou que o ex-alcalde lle deixa a Galicia “o mellor regalo que podía facerlle”: a cidade da Coruña, “un orgullo para todos e unha contribución a Galicia”. “É o mellor regalo que lle podía facer coa súa traxectoria, ter construído un proxecto de convivencia, de paz de liberdade e de cultura”, salientou.

Pérez Touriño expresou a súa convición de que Francisco Vázquez desenvolverá o seu novo labor “acertando con entrega, con vocación e servizo á causa pública e traballando polo ben do país como fixo toda a súa vida”.

Pola súa banda, o ex-alcalde coruñés ofreceuse a Galicia e explicou que despois desta reunión lle dicía dalgunha maneira “adeus a Galicia e aos galegos”. Francisco Vázquez asegurou que a comunidade “queda en moi boas mans” e ofreceuse á enteira disposición do presidente da Xunta na súa nova misión no Vaticano.