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Presentado el tercer tomo de las memorias de Manuel Fraga Iribarne: Final en Fisterra

Manuel Fraga regresó a Santiago de Compostela por primera vez después de que en el mes de febrero abandonase el Parlamento gallego y se incorporase al Senado. El ex presidente de la Xunta volvió para presentar en Galicia su tercer tomo de memorias Final en Finisterre, en el que relata sus casi dieciséis años como presidente de la Xunta.

El libro, publicado por Alvarellos Editora, está escrito en castellano y en gallego, «porque ambas son mis lenguas y los gallegos nos sentimos tan gallegos como españoles y tan españoles como gallegos», concluyó. En la presentación estuvieron presentes numerosos miembros del PPdeG, encabezados por su presidente, Alberto Núñez Feijoo, así como numerosos ex conselleiros en todas sus etapas al frente de la Xunta, entre los que destacó la presencia de Xosé Cuíña, que al final del acto se acercó a Manuel Fraga para que le dedicase un libro.

El fundador del PP relata en su libro como una mayoría «justa» le había apartado del poder tras la «manipulación interesada» que «algunos» habían hecho de la gestión de su gobierno durante la «crisis» del Prestige. El ex presidente ha pedido perdón por todos los errores cometidos durante sus mandatos, y lamentó no haber podido realizar todas las infraestructuras que hubiese deseado, así como todos los proyectos en diversas áreas, pero destacó el gran cambio producido en esos casi dieciséis años en Galicia.

Durante la rueda de prensa de presentación del libro, el ex presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, ha asegurado que en la reforma del Estatuto gallego el PP tiene que estar a la altura de las circunstancias para evitar cambios «inaceptables y ridículos como los que se producen en otras partes de España». El veterano político ha señalado que cambios como el aprobado por el Parlamento andaluz, en el que se reconoce a Andalucía como «realidad nacional» se deben al error cometido por el Gobierno que dirige José Luis Rodríguez Zapatero de haber iniciado la reforma de los Estatutos de autonomía antes que la reforma de la Constitución.

En cuanto a la reforma de la Carta gallega, Fraga ha emplazado a su sucesor, Alberto Núñez Feijoo, a que el PP esté a la altura de las circunstancias, y no permita que se produzcan este tipo de cambios, ya que se ha demostrado que el actual Estatuto es «bueno», y tan sólo necesita «adaptarse a los nuevos tiempos». Fraga ha recordado que el PP había sido la fuerza más votada también en las últimas elecciones, a pesar de lo cual no está en el Gobierno, y que por lo tanto la formación debería hacer valer el peso de sus treinta y siete diputados en la reforma.

El ahora senador popular también contestó a varias preguntas de la prensa sobre actualidad, en concretó sobre el alto el fuego anunciado por ETA y el posible proceso de paz derivado, sobre el que señaló que el hecho de que se hable de Navarra como «moneda de cambio» revela que éste «no va por buen camino». Fraga ha asegurado que sólo quiere hablar con «risa» de declaraciones como las del líder de la formación política ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, en las que afirmaba que necesita que el estado francés y el español faciliten la creación de un estado vasco independiente.
R.