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La oposición parlamentaria critica la situación económica y laboral en Galicia. El PSdeG-PSOE apuesta por liderar una segunda modernización de Galicia y el BNG lamenta la pérdida de puestos de trabajo en la agricultura y la pesca

Con el Prestige como telón de fondo de este último año, el PSdeG-PSOE y el BNG dieron la réplica al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, con discursos fundamentados en una dura crítica al gobierno gallego.
Abrió el turno de intervenciones de la oposición el portavoz del grupo parlamentario socialista Emilio Pérez Touriño que, tras calificar esta legislatura como tiempo perdido para Galicia debido a la parálisis que, a su entender, sufre el gobierno más pendiente de la sucesión de Fraga que de los problemas sociales, estableció cinco retos para llevar a cabo la segunda modernización de Galicia que se comprometió a liderar con todos y para todos los gallegos. Un proyecto de país que dé respuesta a los grandes desafíos de hoy y de mañana, que promueva una Galicia tecnológicamente avanzada y socialmente protegida, un proyecto modernizador y reformista, que permita abrir un proceso de evaluación, mejora y profundización en el modelo de autogobierno, y que sea capaz de promover una Galicia laboralmente estable y socialmente cohesionada.
Son algunas de las ideas centrales del discurso de Pérez Touriño que lanzó veinte propuestas para afrontar lo que él llama la segunda modernización de Galicia: elaboración de un plan de choque contra el fracaso escolar, un plan estratégico de la sociedad de información, afrontar un compromiso real de cohesión social, creación de una agencia pública de comunicación, de una ley integral de protección a la familia, programa de reducción de la precariedad laboral y de calidad en el empleo, implantación de un complemento autonómico de las pensiones, ley de ordenación del territorio, ley de bases del medio rural, nueva estratégica económica, reorientación de las políticas públicas para fomentar una administración participativa y transparente, y una apuesta firme de apertura de un proceso de evaluación del actual modelo de autogobierno que precisa del consenso de las fuerzas políticas frente a un proyecto del PPdeG que califica de agotado, sin soluciones y sin horizonte.
¿Último discurso?
Si la sombra del Prestige planeó durante las intervenciones de los grupos de la oposición, en la alocución del líder nacionalista Xosé Manuel Beiras un pensamiento flotaba en el ambiente: ¿será el último discurso en un Debate sobre el Estado de la Autonomía de uno de los parlamentarios decanos de la Cámara? Una cosa sí está clara: que Beiras nunca será presidente de la Xunta: el BNG designará en la XI Asamblea al próximo candidato a la Xunta de Galicia tras la renuncia del hasta ahora líder de la formación frentista.
En este ambiente, y con alguna que otra velada alusión de incomodidad ante Touriño y los socialistas, el portavoz parlamentario del BNG lamentó la escasa evolución del autogobierno de Galicia en los últimos años, y apuntó directamente a Fraga como responsable durante los últimos 14 años de la situación actual de Galicia, instándole a asumir un cambio de actitud, al tiempo que le ofreció el apoyo del BNG para conseguir que se respete y haga efectivo el rango de nacionalidad histórica que la Constitución da a Galicia.
Un apoyo condicionado a la creación de un cauce de diálogo y consulta por parte del Ejecutivo con las fuerzas de la oposición que, según Beiras, se debe de plantear en términos de interlocución institucional directa entre el gobierno central y el gallego que tendrá que consensuar su posición en el Parlamento.
Beiras condiciona también el bienestar económico, social y cultural de los gallegos a un verdadero autogobierno, y criticó a Fraga por haber negado demasiadas veces los derechos políticos de Galicia en una clara actitud de sometimiento a las directrices del gobierno central liderado por Aznar.
El líder nacionalista puso encima de la mesa la drástica reducción del empleo en los sectores agrario y pesquero, junto con el rebrote de la emigración, como ejemplos de la mala gestión realizada por el Gobierno gallego y que Beiras vincula a problemas políticos y no sólo económicos.
Beiras lanzó también un mensaje hacia el líder socialista, Pérez Touriño, a quien advirtió que la única alianza política del BNG es con el pueblo gallego, en clara alusión a las deterioradas relaciones entre el PSdeG-PSOE y los nacionalistas motivadas por fricciones de gobierno en algunos municipios, como la reciente crisis desatada en Vigo tras la expulsión por el socialista Ventura Pérez Mariño de los ediles nacionalistas con responsabilidades en el gobierno.
R.