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Presentada la Csa de las Palabras de A Coruña como un lugar de encuentro de civilizaciones

El alcalde de A Coruña, Javier Losada, ha presentado la Casa de las Palabras, el antiguo Cementerio Moro situado en la costa de Adormideras, que se ha recuperado como «lugar de encuentro de civilizaciones», según ha destacado. El nuevo espacio pretende «devolver el protagonismo a la palabra, al diálogo, como argumento fundamental en el intercambio y en las relaciones entre culturas», ha indicado Losada.

Con este objetivo, utiliza murales de azulejos grabados con distintas referencias históricas escritas en su idioma original, que describen la ciudad desde su nacimiento y que ponen en valor la huella que el mundo árabe ha dejado en las lenguas castellana y gallega. En este contexto, el alcalde coruñés ha señalado que la palabra es «sinónimo de diálogo, de encuentro, el germen de las relaciones» y ha enfatizado que este nuevo espacio «exalta el valor de las palabras, de la cultura y de las civilizaciones, porque la palabra es el nexo de unión de la Historia».

Losada ha considerado que ahora que el mundo árabe «se ve con controversia y se vincula con la violencia» es buen momento «para poner en valor su cultura, su riqueza y la influencia que ha tenido en la cultura, en la española y en la gallega». Del mismo modo, ha defendido la necesidad de «refrescar la memoria respecto a las importantes aportaciones que ha hecho» el mundo árabe en múltiples campos, como el lenguaje, las matemáticas, la agricultura y la ciencia.

La Casa de la Palabras, desarrollado por el Ayuntamiento, ha contado con la colaboración del Gobierno central a través del Ministerio de Cultura, con una inversión global de 188.000 euros.

Ampliación de la nota de prensa del Ayuntamiento de A Coruña:

El alcalde considera que en un momento en el que el mundo árabe se ve con controversia y se vincula con la violencia, quizá es buen momento también para poner en valor su cultura, su riqueza y la influencia que ha tenido en nuestra cultura, en la española pero también en la gallega, recordando y refrescando la memoria respecto a las importantes aportaciones que han hecho en múltiples campos como el lenguaje, las matemáticas, la agricultura y la ciencia.

El proyecto, desarrollado por el Ayuntamiento, ha contado con la colaboración del Gobierno a través del Ministerio de Cultura, con una inversión global de 188.000 euros.

En las cuatro paredes interiores que conforman este nuevo espacio se han diseñado otros tantos murales, en los que se reflejan textos relacionados con la ciudad procedentes de las diversas épocas de la Historia, en su lengua original (griego; latín y árabe; gaélico; castellano antiguo) y traducidas al castellano y gallego. También se han escrito unas 250 palabras del castellano y del gallego que tienen su origen en la lengua árabe. Unas 200 son en castellano y otras 50 en gallego, aproximadamente. Estas palabras se acompañan de su origen etimológico, su significado y su traducción al árabe. Todo ello se ha escrito sobre unos 2.500 azulejos elaborados por el ceramista coruñés Xoan Viqueira, en una fábrica de azulejos de Manises, Valencia.

Hay cuatro citas: la cita de Dion Casio (historiador griego), que señala el momento en que Brigantio entra en la historia de Roma; la leyenda irlandesa sobre Breogán y la Torre de Hércules, recogida en el "Libro de las invasiones" o "Leabhar Gabhala".
También hay una cita de Paulo Orosio, de principios de siglo V después de Cristo, primera vez que se nombra a la Torre de Hércules, y su versión traducida en su día al árabe. Otra cita es de Alfonso X el Sabio, en la que se narra el combate entre Hércules y Gerión, la construcción de la Torre y la llegada de la mujer de nombre Crunna que da nombre a la ciudad. Es la leyenda fundacional de la ciudad y de la Torre de Hércules.

El texto de Dion Casio, extraído de la "Historia Romana", es el siguiente: "César (...) desde allí, navegando a lo largo de la costa hacia Brigantio, ciudad de la Gallaecia, los atemorizó y los sometió por el rugido de la navegación, ya que nunca habían visto una escuadra".

El texto del "Libro de las invasiones" sobre leyendas irlandesas es el siguiente: "Posteriormente una ciudad fue fundada por Breogán en España, se llamó Brigantia, y también edificó una torre enfrente de la ciudad, la cual se llamó Torre de Breogán".

El texto de Paulo Osorio, del libro "Adversus paganos historiarum libri septem" es el siguiente: "El segundo ángulo de Hispania está orientado al cierzo, donde la ciudad galaica de Brigantia eleva para observación de Britania su faro altísimo y digno de mención entre muy pocas cosas".

El texto de Alfonso X el Sabio, de "Historia de España" es el siguiente: "(...) al final venció Hércules (...) Y mandó (...) hacer una torre muy grande, e hizo meter la cabeza de Gerión en los cimientos, y mando poblar una gran ciudad (...) y el primer poblador (...) fue una mujer cuyo nombre era Coruña".

En cuanto a las cerca de 250 palabras de origen árabe incorporadas al castellano y al gallego, que se han escrito en los azulejos, se encuentran algunas simples y ricas como naranja y aceite; otras tan olorosas como jazmín; tan importantes como álgebra; tan entretenidas como ajedrez; y tan atractivas como paraíso.

En conjunto, de una manera didáctica y ocupando las paredes interiores del recinto, se hace una representación en azulejo pintado, siguiendo un orden cronológico hasta la época medieval. Se respeta el simbolismo original del Cementerio Moro, con una superficie de unos 200 metros cuadrados, y se ponen en valor las distintas culturas.

El Cementerio Moro se construyó durante la Guerra Civil para dar sepultura a los musulmanes que murieron en la contienda, respetando su religión. Posteriormente, sus restos fueron trasladados al Cementerio de San Amaro.

Ahora, tras su recuperación, el espacio interior se divide en cuatro sectores inspirados en los supuestos ríos que dividían el mundo para los mesopotámicos, y se ajardinan al más puro estilo islámico con especies como romero, lavanda, hierbabuena y santolina. También se ha instalado una fuente, realizada en mármol blanco.

Por todo ello, Javier Losada invita a visitar este espacio, que considera un buen ejemplo de lo que debe ser el encuentro de civilizaciones: un momento de enriquecimiento, de armonía, de intercambio, pero nunca de choque, de confrontación. De esta manera, entiende, no se trata de verlo como un sueño ingenuo y optimista, sino como la realidad que es de la convivencia y el entendimiento cotidianos. Cuando lo que sobran son temores y dudas, la Casa de la Palabra ofrece confianza y diálogo.
R.