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Navantia promociona en Sidney la fragata Álvaro de Bazán. La F-100 construída en los astilleros de Ferrol compite con la estadounidense Gibbs and Cox

El jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante general Sebastián Zaragoza, ha comenzado en Sídney una visita a Australia con el recibimiento oficial a la fragata Álvaro de Bazán, que realiza un crucero de resistencia para probar las capacidades de este modelo de buque, tras partir de Ferrol el 21 de enero. La Álvaro de Bazán atracó en Sydney donde fue recibida además por el Almirante Jefe de Apoyo Logístico de la Armada, Miguel Ángel Beltrán, que también inició una visita oficial al país, por representantes de la empresa Navantia, que concursa para vender su diseño a Camberra, y por el ministro de Defensa australiano, Brendan Nelson.

El ministro de Defensa dio la bienvenida a la tripulación, saludó al capitán, Cristóbal González-Aller, y explicó a los medios australianos tanto las ventajas del diseño español como las del estadounidense, que compiten en un concurso para fabricar fragatas para Australia.La Álvaro de Bazán es la primera de las cuatro fragatas F-100 construidas en los astilleros de Izar en Ferrol por la empresa española Navantia, que concurre frente a la estadounidense Gibbs and Cox en el concurso cuyo fallo está previsto para el próximo mes de julio. «Obviamente no tomaremos una decisión sobre cuál de los dos diseños utilizar hasta que no estemos totalmente seguros de los costes que nos propongan», dijo Nelson en una conferencia de prensa ofrecida a bordo de la Álvaro de Bazán. «Tendremos en cuenta el mayor valor, agenda de entrega, capacidad y precio», añadió el ministro, cuyo departamento fue acusado hoy por el periódico local «The Australian Financial Review», de que al menos 10 proyectos, valorados en 10.000 millones de dólares australianos (6.000 millones de euros), han tenido que ser retrasados por falta de personal y su precio se ha encarecido.

Nelson se manifestó «muy impresionado» con el barco pero dijo que el año pasado tuvo ocasión de visitar una versión similar a la diseñada por la empresa estadounidense, el USS Pinckney, sobre cuya base trabaja la compañía estadounidense Gibbs & Cox para crear su diseño, el Arleigh Burke, y también le había satisfecho.

El ministro admitió que la versión española es más económica, pero ha dicho también que la estadounidense está siendo diseñada especialmente para satisfacer todos los requerimientos indicados por la marina australiana, y que a pesar de ser más cara se acomoda más a las necesidades de Australia. «Estos destructores aéreos tendrán que proteger los intereses australianos durante más de 30 años, y tenemos que tomar una decisión que nos sirva durante décadas», ha indicado el ministro. También el diseño español modifica algunas de las características de la «Álvaro de Bazán» para satisfacer a Australia, explicó a Efe Miguel Martínez, portavoz de Navantia.

Por su parte, el capitán del buque, Cristóbal González-Aller, señaló que hoy estaba previsto un ejercicio antiaéreo para demostrar a las autoridades australianas la capacidad de la fragata. En el simulacro, la Álvaro de Bazán debía salir del puerto para ser atacada por dos F-18, en una zona de operaciones de la marina australiana, cerca de Sydney, y tras derribarlos volver a puerto. La fragata, con una dotación de 210 personas, partió de Ferrol el 21 de enero para iniciar la primera travesía de circunnavegación de un buque de combate español en 140 años.
R.