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El Parlamento de Galicia aprueba la Ley de Prevención de Incendios que incluye medidas forestales y urbanísticas

El Parlamento gallego ha aprobado un conjunto de medidas de prevención y defensa contra los fuegos forestales que, por primera vez, tienen rango de ley y a las que el PPdeG ha anunciado su voto en contra por entender que no tienen en cuenta la extinción. La norma, que ha sido sometida a votación en el pleno del Parlamento, y que ha obtenido el apoyo de los grupos que sustentan el Gobierno, articula un conjunto de actuaciones en materia forestal, urbanística, de aprovechamiento forestal o silvícolas.

Así, la norma, que entra en vigor tras su publicación en el Diario Oficial de Galicia, obliga a la limpieza de las franjas de protección en los núcleos de población y trata de reducir la biomasa excedente en la totalidad de las parcelas que se encuentren fuera del monte a una distancia inferior a los 50 metros de su perímetro. La ley estipula, igualmente, franjas de protección en torno a equipamientos y polígonos industriales y estipula que en los 50 metros de las casas en zonas de riesgo no podrá haber especies arbóreas de alta combustibilidad. También obliga la ley a que en la red de carreteras, autovías y carreteras se debe reducir la masa vegetal en zona de dominio público y tampoco podrá haber en sus inmediaciones especies que se quemen con facilidad.

De acuerdo con la norma, los planes generales de ordenación municipal deberán tener en cuenta la evaluación del riesgo de incendios, y en las zonas de peligro debe implicar que se deje una franja de 50 metros alrededor limpia de vegetación seca.

Durante el debate los grupos de Gobierno hicieron un llamamiento al PPdeG para que se sumase al consenso, al entender que ha habido el suficiente grado de aproximación durante el debate parlamentario en comisión, donde se aprobaron un total de 51 enmiendas, de ellas 21 del PP, mientras se rechazaron 193 de esta fuerza. El popular Roberto Castro reiteró que, de acceder al Gobierno gallego de nuevo, su grupo derogaría la norma, por entender que es «mejor hacer una nueva que modificarla». En su opinión, resulta «grotesco» que la norma no reconozca el servicio de extinción, y dijo de la ley que sólo trata de tapar la «mala conciencia» del Ejecutivo gallego tras la oleada de incendios del pasado verano. La ley «no es ni útil ni adecuada», sino que refleja la «soberbia, prepotencia» y la falta de reconocimiento de los errores cometidos por el Gobierno, señaló Roberto Castro, que insistió en que la norma se trata de una «operación propagandística» e insistió en que supone una «utopía» intentar convertir el monte en un jardín, dijo. Igualmente, Castro recordó unas palabras del conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, quien en el 1995 acusó de «nula capacidad de autocrítica» y de «torpeza política» al anterior responsable de gestión de los fuegos, cuando por entonces sólo habían ardido 12.000 hectáreas. «Fuimos benévolos cuando le pedimos que se marchase», dijo Castro al conselleiro.
R.