Las Directrices de Ordenación del Territorio apuestan por un sistema policéntrico y definen espacios metropolitanos en el norte y sur de Galicia

Las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) apuestan por un "sistema urbano policéntrico" en el que se prevén en la cima del esquema dos grandes espacios metropolitanos, uno en el norte con A Coruña y Ferrol, y otro en el sur con Vigo y Pontevedra, a los que se suman las áreas urbanas de Santiago, Lugo y Ourense, también supramunicipales. Se trata del nivel superior del sistema de asentamientos, al que siguen un sistema urbano intermedio formado por 18 localidades y otro nivel de más de 30 pequeñas villas que cierra la jerarquía de asentamientos con incidencia supramunicipal, según se recoge en las DOT presentadas por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y por la conselleira de Política Territorial, María José Caride.

Las directrices, que serán aprobadas de forma inicial por la consellería, consideran que el proceso de metropolización que presentan las áreas de A Coruña-Ferrol y Vigo-Pontevedra "es una oportunidad para configurar ámbitos urbanos de mayor rango y mayor capacidad para acoger equipamientos de alto nivel, impulsar procesos de innovación y dinamización económica y aumentar la proyección exterior de Galicia". La Xunta formulará un Plan Territorial Integrado para cada uno de los espacios metropolitanos y de las áreas urbanas, con el objetivo de ordenar los elementos y criterios de carácter supramunicipal. El plan del espacio metropolitano Ártabro recoge 22 ayuntamientos, encabezados por A Coruña y Ferrol, mientras que el de las Rías Baixas se refiere a un total de 24 municipios, entre los que se encuentran Vigo y Pontevedra. "Vigo y Pontevedra tienen dinámicas diferentes pero complementarias", destacó la titular de Política Territorial en su intervención, en la que apuntó que en este espacio se concentran más de 650.000 habitantes. Asimismo, resaltó su "enorme potencial de desarrollo" y su posición estratégica en el centro de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal.

La primera parte de las dos en que se dividen las directrices establece las estrategias a seguir y el modelo territorial por el que apuesta la Xunta, mientras que por otra recoge un total de 197 determinaciones que concretan técnicamente su aplicación para lograr "una Galicia más cohesionada socialmente, equilibrada territorialmente, dinámica económicamente y sostenible" desde el punto de vista medioambiental. La nueva normativa tiene como objetivos potenciar las áreas urbanas y articular un sistema policéntrico de ciudades, definir los ámbitos urbanos para la planificación de sus infraestructuras, consolidar una red de localidades que sirvan de base para ofrecer servicios a todo el territorio y planificar infraestructuras y equipamientos con criterios supramunicipales. Asimismo, apuestan por poner en valor el paisaje y el patrimonio, gestionar el litoral como un "ámbito de excelencia territorial" y, tal y como destacó el presidente de la Xunta, consolidar la eurorregión Galicia-Norte de Portugal como polo de desarrollo del noroeste peninsular.

En cuanto a las estrategias, pasan por armonizar el desarrollo de las ciudades y prevenir la urbanización difusa; por fortalecer los núcleos tradicionales, el litoral y la puesta en valor del territorio; mejorar la accesibilidad y la movilidad; proteger el patrimonio natural y cultural; y afianzar el protagonismo exterior de Galicia. Finalmente, entre las determinaciones que establecen las DOT destacan aquellas relacionadas con el urbanismo, como la que establece que sólo serán aptos para el desarrollo urbano los suelos que reúnan requisitos de necesidad e idoneidad y que sean clasificados como suelo urbano o urbanizable. En ese ámbito, se priorizará la compactación y, por ello, no se permitirán crecimientos residenciales desarticulados y deberá garantizarse la movilidad. Además, en los nuevos desarrollos urbanísticos se deberán prever conductos subterráneos para redes de telecomunicaciones y energéticas. Asimismo, los nuevos desarrollos preverán dos redes de evacuación de aguas independientes y no serán posibles sin garantía de abastecimiento y saneamiento. La Xunta elaborará un mapa de zonas inundables y éstas tampoco podrán ser objeto de transformación urbanística.

El Ejecutivo gallego también deberá elaborar el Plan de ordenación del litoral, que deberá preservar la costa limitando los nuevos desarrollos, configurar un sistema de recorridos peatonales en la costa, potenciar los puertos y núcleos tradicionales y desarrollar espacios turísticos dinámicos apoyados en espacios urbano como alternativa al modelo de segunda residencia. Además, las nuevas plantas de acuicultura sólo podrán emplazarse en las localizaciones previstas en el Plan acuícola en suelos de titularidad pública y en régimen de concesión.

Una vez presentadas las Directrices de Ordenación del Territorio en un acto en Santiago de Compostela, serán aprobadas por la Consellería de Política Territorial y se abrirá un plazo de dos meses de información pública. Tras ello, se remitirá a la Delegación del Gobierno y a los ayuntamientos y posteriormente serán aprobadas definitivamente por el Consello de la Xunta. Cuando entren en vigor, las directrices serán de aplicación a los instrumentos de ordenación de territorio y al planeamiento urbanístico, excepto a los aprobados de forma provisional o definitivamente a la entrada en vigor de las mismas.

María José Caride elogió las directrices y subrayó que "rompen con el sistema existente hasta ahora", mientras que Emilio Pérez Touriño consideró que "son la agenda del reequilibrio del territorio", ya que ofrecen "garantías equitativas" de accesibilidad a los servicios para todos los ciudadanos gallegos, vivan donde vivan. En esa línea, también auguró que las DOT serán "un factor estratégico y decisivo de la competitividad", destacó que están "pensadas para la calidad de vida" de los ciudadanos y que facilitarán que las instituciones de autogobierno "participen plenamente en las decisiones que configuran el territorio de Galicia".