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El Parlamento aprueba la nueva Ley de Sucesiones que evitará la tributación del 90% de las herencias

El Parlamento gallego aprobó, con los votos de los grupos de Gobierno y la oposición del PP, la ley de reforma del impuesto de sucesiones y donaciones, que eximirá de tributar al 90% de las herencias, y que entrará en vigor el 1 de septiembre. Tras esta modificación, los gallegos que reciban una herencia inferior a 125.000 euros dejarán de pagar el Impuesto de Sucesiones y los cambios favorecen de manera especial a las jóvenes menores de 25 años, las explotaciones agrarias, las empresas familiares y las pymes.

Así, se fija una reducción para los hijos menores de 21 años de entre 1 y 1,5 millones de euros y una bonificación en la cuota del 99 por ciento, que también beneficiará a los de hasta 25 pero de manera progresiva. La reducción para los de 21 será de 900.000 euros, para los de 22 de 800.000, para los de 23 de 700.000 y para los de 24 de 600.000. Otro aspecto que se recoge es la eliminación de la tributación en la adquisición de la vivienda por el cónyuge con un límite de 600.000 euros y una reducción de hasta el 99 por ciento cuando la compra es por parte de los hijos, también con un límite de 600.000 euros. El porcentaje de reducción de la tributación de la vivienda habitual será del 99% en la que tengan un valor real de hasta 150.000 euros, del 97% hasta 300.000 y de 95 por ciento cuando supere esta cantidad.

En cuanto a las empresas, la reforma fiscal señala que las familiares y las pymes tendrán una reducción del 99 por ciento tanto en el caso de sucesiones como de donaciones, al igual que las explotaciones agrarias. En el caso de donación de dinero para la compra de vivienda, se amplía al doble, de 30.000 a 60.000 euros, la cantidad que puede dar un padre a un hijo menor de 35 años de edad. Asimismo, esta reducción será aplicable también para donaciones posteriores a la compra destinadas al pago de los préstamos pendientes. Para minusvalías superiores al 65 por ciento, se elimina la tributación en el caso de ascendientes, descendientes o cónyuges con un patrimonio inferior a los 3 millones de euros. Otra de las reformas equipara al matrimonio las uniones estables de pareja inscritas en el Registro de parejas de hecho de Galicia.

Otra medida se basa en la reducción del 95% del valor de las fincas rústicas de dedicación forestal incluidas en la Rede Galega de Espazos Protexidos.

Por otra parte, se aplica una reducción sustancial de la tarifa, tanto de las sucesiones como de las donaciones, y se simplifican los tramos, que pasan de 16 a seis en el caso de sucesiones y a tres para las donaciones. Así, el tipo máximo efectivo de la tarifa de sucesiones se reduce del 40,8 al 18 por ciento, por ser este último el que grava las rentas de capital; mientras que el mínimo baja de 7,65 al 5 por ciento. Respecto a las donaciones, el tipo efectivo máximo pasa del 40,8 al 9 por ciento.

Durante el debate de esta norma, que se aprobó fuera del periodo de sesiones, en un pleno extraordinario convocado para su pronta entrada en vigor, el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, explicó que esta reforma es «profunda, valiente y justa» y beneficia a la mayoría social. Subrayó que a partir del 1 de septiembre Galicia contará con nuevo Impuesto de Sucesiones y Donaciones "modernizado y más justo, adaptado a la realidad de esta comunidad" y que responde "a los desafíos en materia de competencia fiscal", de forma que Galicia se sitúa en una posición ventajosa respecto a su entorno.

Fernández Antonio agradeció "el trabajo" de todos los grupos "y la agilidad en sus tramitación" -la Xunta presentó esta iniciativa de reforma el pasado mes de enero- y subrayó que el 90 por ciento de los gallegos "no pagarán tributación" por este impuesto, del que quedarán eximidos "los pequeños y medianos patrimonios". El titular de Economía también resaltó el "amplio respaldo social" de esta reforma, incluida en el Acuerdo por la Competitividad y por la que la comunidad dejará de recaudar unos 75 millones de euros, y subrayó de manera especial el tratamiento beneficioso que se le otorga a las transmisiones de la vivienda habitual y de las participaciones empresariales.

Xaquín Fernández Leiceaga, portavoz del PSdeG, explicó que, "entre el peligro conservador de eliminar este impuesto y el riesgo de mantener todo igual, debilitando la competitividad", Galicia "eligió el camino de la reforma en profundidad, haciéndolo más social".

Por su parte, el nacionalista Carlos Aymerich se mostró de acuerdo con las reformas introducidas, pero reiteró la necesidad "y la voluntad" del BNG de "seguir trabajando en la mejora de este impuesto" una vez que entre en vigor, en aspectos como la revisión de las rebajas en los tipos más altos.

Sin embargo, para el portavoz de economía del PP, Alberto Sueiro, se trata de una mera «reformita», llega «tarde y a destiempo», el Gobierno la ha impulsado «sin convicción» y obedece a criterios de «electoralismo» y «propaganda».

R.