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El presidente de la Xunta nombra a las tres cuartas partes de los nuevos altos cargos y anuncia la rebaja del impuesto de transmisiones

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció que en "los primeros cien días de gobierno" llevará al Parlamento autonómico el proyecto de ley para rebajar en un 50 por ciento el impuesto de transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados, una reducción que, recordó, está dirigida a los menores de 35 años y a las familias numerosas. De este modo, cumplirá de forma inmediata una de las tres promesas fiscales que lanzó en la pasada campaña electoral, mientras que el resto serán abordadas a lo largo la legislatura.

Así, la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones y la reducción del tramo autonómico del IRPF -que pretende rebajar en un 8,2 por ciento para los 600.000 contribuyentes gallegos con rentas más bajas- se tratarán más adelante y dependerán, según Feijóo, de varios condicionantes. Entre ellos, citó la evolución de los ingresos de la comunidad autónoma, el nuevo modelo de financiación autonómica o el crecimiento económico de Galicia. El presidente de la Xunta evitó concretar el coste de su reforma fiscal, aunque, tras ser preguntado por la posibilidad de que ascienda a 200 millones de euros, afirmó que esta cifra puede ser "aproximada".

Feijóo sitúa a Álvarez-Campana en Portos, a Abella en Familia y recupera a los ex diputados Castro y Tahoces

El Consello de la Xunta ha designado a tres cuartas partes de los altos cargos del Gobierno gallego y, aunque el perfil mayoritario es técnico, varios políticos con carné figuran en el nuevo organigrama, entre ellos, el diputado autonómico José Manuel Álvarez-Campana, que dirigirá Portos de Galicia; la también parlamentaria Susana López Abella, que asume Familia e Benestar; o los ex diputados Ángel Bernardo Tahoces y Roberto Castro, que se encargarán de Industria y de Relacións Institucionais e Parlamentarias, respectivamente.

En el "cuarto día de vida" del nuevo Gobierno, presidente y conselleiros han dado luz verde al nombramiento de 40 de los 66 altos cargos de la Xunta -59 menos que con el bipartito-, una "nueva generación" a la que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, dijo no haber pedido "afiliación política", sino "compromiso" con los intereses generales de Galicia.

Con el ánimo de incorporar al Ejecutivo a "los mejores", el máximo mandatario gallego dijo haber primado "experiencia" y "cualificación" y desterrado "personalismos" o "cuotas territoriales". También enfatizó que ningún alto cargo ha sido nombrado por los conselleiros de forma unilateral sino que su designación ha sido aprobada por todo el Gobierno en el Consello de la Xunta.

Las diez consellerías incorporan ya a sus 'número dos', todos con responsabilidades previas en cargos de segunda y tercera fila del Gobierno Fraga o en el Gobierno Aznar, salvo en los casos de Traballo, Mar y Economía e Industria. Así, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, elige como secretaria xeral a Beatriz Cuiña, que ocupó un cargo de responsabilidad en el Instituto Galego de Vivenda e Solo y que actualmente era vicegerente de la Universidad de Vigo en el Campus de Ourense. Además, el también 'número dos' de los populares gallegos incluye en su equipo al hasta ahora director de la Fegamp, Norberto Uzal, que asume la Dirección Xeral de Administración Local; o al ex diputado autonómico Roberto Castro en Relacións Institucionais e Parlamentarias. Además, Santiago Villanueva dirigirá Emerxencias e Interior, un área similar a la que ya ocupó en el último Gobierno de Fraga; al igual que Jesús Gamallo, que vuelve a Relacións Exteriores e con a UE. El lucense Pablo Figueroa dirigirá la Escola Galega de Administración Pública (EGAP).

Por su parte, la 'número dos' de la Consellería de Facenda será Rosa María Pedrosa, funcionaria de la Xunta y antes secretaria xeral del Igape. Al departamento de Marta Fernández también se incorporan Elena Muñoz como Interventora Xeral de la comunidad autónoma; Miguel Corgos en la Dirección Xeral de Orzamentos; Carlos Enríque Rodríguez en Tributos; y José María Barreiro en Función Pública.

Mientras, el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, sólo ha sumado dos de los seis altos cargos que conformarán su equipo y en ambos casos se trata de personas con experiencia en la Administración autonómica. Su secretario xeral será José Antonio Fernández, secretario xeral de la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas e Vivenda desde 1993 a 2005; mientras que la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental recae en Justo de Benito, ex secretario xeral de Medio Ambiente o ex presidente de Augas de Galicia, entre otros cargos.

En cuanto a la Consellería de Economía e Industria, el hasta ahora secretario del Ayuntamiento de Vigo, José Riesgo Boluda, se convierte en el 'número dos' de este departamento, al frente del cual está Javier Guerra, quien fue concejal de Economía en esa ciudad. El diputado autonómico en la pasada legislatura Ángel Bernardo Tahoces asume la Dirección Xeral de Industria, Enerxía e Minas. También el titular de Educación, Jesús Vázquez, recupera a un anterior miembro del Gobierno Fraga como secretario xeral. Se trata del ourensano José Luis Vázquez, delegado provincial de esta consellería y con un amplio curriculum en distintos cargos vinculados con el ámbito educativo.

Mientras, la Dirección Xeral de Educación, Formación Profesional e Innovación Educativa recae en José Luis Mira Lema, que ya tuvo responsabilidades similares tanto en la Xunta como en el Gobierno central. Al área de Centros y Recursos Humanos será gestionada por el profesor de secundaria José Manuel Pinal, premiado con varios galardones de innovación educativa.

Por otra parte, la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, ha incorporado como secretario xeral a Roberto Pérez, antiguo colaborador del propio Feijóo cuando era presidente del Insalud. También la nueva directora xeral de Saúde Pública e Planificación trabajó con el presidente de la Xunta cuando éste ocupó la Secretaría Xeral de la Consellería de Sanidade a principios de la década de los 90. La titular de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, tiene conformada la práctica totalidad de su equipo, en el que entra como secretaria xeral Cristina Ortiz, letrada de la Xunta y sin responsabilidades previas en la Administración autonómica. Odilo Martiñá -ex director xeral de Formación e Colocación- vuelva a la Xunta como responsable del área de Relacións Laborais; mientras que el veterinario Andrés Hermida se encargará de Promoción de Emprego.

La Dirección Xeral de Xuventude e Voluntariado recae en el hasta ahora primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo de Boqueixón (A Coruña), Ovidio Rodeiro; y Dependencia e Autonomía será gestionada por Coro Piñeiro, delegada de la Consellería de Familia en Lugo con el Gobierno Fraga. Mato cuenta además con Susana López Abella para Familia e Benestar, por lo que tendrá que renunciar a su acta de diputada en el Parlamento gallego, que ocupaba desde 2001.

Lo mismo le ocurre a José Manuel Álvarez-Campana, que formará presidirá el ente público Portos de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar. La titular de este departamento, Rosa Quintana, también cuenta para la Secretaría Xeral con el letrado de la Xunta Francisco José Vidal-Pardo; para Competitividade e Innovación con Juan Carlos Maneiro, ex director xeral de Pesca; para Ordenación e Xestión dos Recursos Mariños, ex delegado de la Consellería de Pesca en la provincia de Lugo; y para Desenvolvemento Pesqueiro con Susana Rodríguez, funcionaria autonómica. El Instituto Tecnológico para o Control do Medio Mariño estará dirigido por María Covadonga Salgado, que ya ocupó varias subdirecciones generales en el anterior Gobierno Fraga. Otras caras conocidas antes de la llegada del bipartito a la Xunta vuelven también a la Consellería de Medio Rural, en la que Jorge Atán se estrena como secretario xeral.

Desenvolvemento Rural pasa a manos de Antonio Crespo, que ya ocupó otra Dirección Xeral en el anterior Gobeirno popular y que sonó incluso para dirigir la Consellería encabezada finalmente por Samuel Juárez. Tomas Fernández-Couto regresa a la Dirección Xeral de Montes, que gestionó desde 1996 hasta 2005. Finalmente, la Consellería de Cultura e Turismo incorpora a Antonio Fernández-Campa como secretario xeral, quien ya formó parte del Gobierno Fraga como director xeral de Recursos Económicos del Sergas, por ejemplo.
R.