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Galicia tendrá que devolver 1.900 millones a partir de 2011 por anticipos recibidos en 2008 y 2009

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha asegurado que Galicia tendrá que devolver 1.900 millones de euros correspondientes a la liquidación de los años 2008 y 2009, una situación que a su juicio agrava el «mal modelo» de financiación autonómica.
Durante un pleno extraordinario en el Parlamento para hablar de la negociación de la financiación autonómica, en la que Galicia tiene comprometidos 654 millones de euros, según reiteró, el presidente gallego explicó que, a pesar de que rechaza el modelo, y por eso no lo apoyó, no podía negarse a recibir los fondos comprometidos debido a la exigencia de la liquidación.

Núñez Feijoo justificó su decisión de «no apoyar» el acuerdo porque, según dijo, incrementa las desigualdades entre comunidades autónomas y supone una clara limitación de la solidaridad interterritorial, al abusar del criterio de la población y no tomar en cuenta el peso de la emigración gallega.

Los 1.900 que Galicia tendrá que devolver a partir del 2011 y en cuatro anualidades corresponden a la diferencia entre la reducción de los ingresos del Estado y la estimación que tanto el Gobierno como la propia comunidad habían hecho. De esa cantidad, algo más de 600 millones corresponden al 2008 y el resto al 2009, por lo que según Núñez Feijoo, Galicia no podía negarse a recibir 654 millones de euros, aunque sean «insuficientes».

Para Núñez Feijoo, el modelo acordado es fruto de un «nacionalismo insolidario y de un socialismo dependiente», ya que para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero continúe en el cargo en el 2010 «necesita los votos del PSC y esa es la explicación». El titular de la Xunta afirmó que la negociación «no ha finalizado» y pidió a los grupos su apoyo para lograr en la comisión mixta al menos los 654 millones comprometidos, a pesar de que reiteró que son «insuficientes».

En concreto, el Gobierno gallego estima que, por culpa de una previsión económica "errónea" del Ejecutivo central, Galicia habría recibido en 2008 unos 600 millones por encima de lo que le correspondería conforme a su recaudación real -debido a la bajada de los ingresos a causa de la crisis- y 1.300 millones en este ejercicio. "La falsedad del Gobierno de España llevó a la Xunta a presentar unos presupuestos falsos", denunció Feijóo y acusó al anterior Gobierno bipartito de elevar "las previsiones engañosas". En un alegato a favor de su abstención en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), Feijóo subrayó que rechazar los fondos adicionales que aporta el nuevo modelo significaría para Galicia "renunciar dos veces" y no se mostró dispuesto a hacerlo. "El Gobierno central prometió 654 millones de euros a Galicia y es lo que voy a defender en la comisión mixta", reiteró y aconsejó a la oposición "respaldar" esta postura "en defensa de los intereses" de la comunidad.

El secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez, afirmó que esa cantidad que tiene que devolver Galicia es fruto del sistema de financiación anterior aprobado por el PP y calificó de «cinismo» la postura de Núñez Feijoo de decir que rechaza el modelo pero recibir los fondos. Vázquez, sin embargo, lamentó las «mentiras» del presidente gallego, ya que sabe perfectamente que la cantidad comprometida son 620 millones de euros. El líder de los socialistas gallegos criticó a Núñez Feijoo por pedir solidaridad y bajar los impuestos de forma «demagógica» y recordó que el modelo de financiación a debate es el del Estado, no el de Galicia únicamente, por lo que, tras calificar el acuerdo de «razonablemente bueno», ofreció su apoyo al presidente gallego para seguir trabajando, «pero no para mentir» .

Para el portavoz del BNG en el Parlamento, Carlos Aymerich, el presidente gallego ha sido un «cobarde» y ha defraudado a Galicia, ya que no ha sido capaz de volver de Madrid con la financiación que los gallegos necesitaban, por lo que consideró que regresó de la negociación «sin dinero y sin vergüenza», por no votar en contra en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Aymerich criticó rotundamente la postura de Núñez Feijoo por no haber votado en contra en el CPFF, ya que, de este modo incumplió las «líneas rojas» que el Parlamento le había marcado y también aludió al PSdeG: «no venimos a justificar lo injustificable, a defender al Gobierno central, tenemos la camiseta de Galicia», dijo entre abucheos de sus ex socios de Gobierno. El portavoz del BNG insistió en las críticas a Núñez Feijoo, a quien acusó de estar a las órdenes del líder de su partido, Mariano Rajoy, y no de los gallegos, que a través del Parlamento llegaron a un acuerdo que él, a su juicio, incumplió. «Diga la verdad por una vez, usted y la conselleira traicionaran los intereses de este país», concluyó.

El portavoz del PPdeG, Manuel Ruiz Rivas, aplaudió la postura mantenida por el presidente gallego y la Xunta en la negociación y criticó que a un partido de la Cámara (PSdeG), el acuerdo le parezca «buenísimo», y a otro, (BNG), le parezca «malísimo».
«¿Qué hay que hacer entonces?, pues abstención», dijo Ruiz Rivas, que consideró que en la comisión mixta de transferencias aún hay tiempo para seguir negociando.

Ante las críticas de PSdeG y BNG, Feijóo resaltó que "lo más fácil" para él hubiera sido comparecer en la Cámara "adoptando la política del no" y subrayó que mantuvo esta actitud "por responsabilidad". "Seguiré negociando hasta el último modelo, pero no me puede pedir que renuncie a los 654 millones que necesita Galicia", indicó al líder del PSdeG, quien criticó el "cinismo" de su abstención. Al tiempo, se preguntó si el "rechazo" del BNG al nuevo modelo se hubiera transformado en "cooperación inteligente" con el Gobierno central si continuase gobernando el bipartito en Galicia y reiteró, una vez más, ante los dos grupos de la oposición, sus críticas a un modelo financiero pactado "con los ingredientes de un nacionalismo insolidario y de un socialismo dependiente". "Para que Zapatero siga siendo presidente en 2010 necesita los 25 votos del PSC y esa es la explicación", indicó y subrayó que "no cambiará" por mucho "que nos echemos la culpa entre gallegos". "Ahora toca trabajar para mejorar, porque la negociación no está cerrada", advirtió y reconoció que "los más de 200 millones a mayores -de 438 a 654-" que el Estado "comprometió" con Galicia antes de votar el modelo en el CPFF suponen "una cuantía importante, pero no suficiente".

En este escenario, insistió en que la ministra de Economía, Elena Salgado, ofreció a Galicia un total de 654 millones más de los fondos adicionales y que le preguntó si 34 millones para la dispersión "serían suficientes" para que la Xunta votase a favor del modelo. "Galicia no se vende por 34 millones", proclamó, aunque aseguró que hubiera votado a favor si el Estado hubiera accedido a entregar los 190 millones a mayores que exigía la Xunta para compensar los costes de dispersión y emigración.

Feijóo rechaza un modelo que "no respeta" el mandato de la Cámara gallega

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ratificó su rechazo al nuevo modelo de financiación aprobado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) el pasado 15 de julio porque "no respeta" el mandato del Parlamento gallego, no garantiza la posición relativa de Galicia en el modelo vigente, "limita claramente" la solidaridad interterritorial e "incrementa la desigualdad entre las comunidades". Así lo aseguró el jefe del Ejecutivo autonómico durante su comparecencia en un pleno extraordinario celebrado en la Cámara autonómica, donde reiteró que el nuevo sistema es "negativo para los intereses de Galicia" porque "abusa" de la variable de la población para el reparto de los fondos, mientras "excluye" otros criterios como el de emigración.

Además, señaló que "por primera vez en la historia del Estado autonómico" se pasa de un sistema de nivelación "total" al parcial" de modo que "el cien por cien" de la recaudación en el Estado no se pone al servicio "de la totalidad" de la población, ya que "el 25 por ciento" de los fondos recaudados por cada comunidad, quedarán "en exclusiva" a su servicio. Con todo, el presidente gallego reconoció que el modelo recoge también algún "aspecto positivo" en base al que justificó la abstención de la comunidad en el CPFF. "Se pasó de una oferta inicial de 438 millones de euros a 654", reiteró y aplaudió también que el nuevo sistema eleve la corresponsabilidad fiscal "efectiva" mientras recoge habilitar un fondo de 29 millones para financiar a las comunidades con más de un idioma. En todo caso, Núñez Feijóo insistió en que estos avances "son insuficientes" y censuró la "incertidumbre" que marcó una negociación en la que, según recordó, las comunidades "no tuvieron un papel hasta 48 horas antes de votar el modelo".

Así las cosas, Feijóo realizó un repaso de todo el proceso de negociación hasta la aprobación del nuevo modelo y contrapuso la "lealtad institucional" y la "voluntad de diálogo" de la Xunta con la del Gobierno central. "No fue leal, ni diligente ni coherente", reprobó y reiteró que "no negoció" con las autonomías, sino que lo hizo "sólo con el PSC y en menor medida con el PSOE de Andalucía" porque "necesitaba sus apoyos parlamentarios". Indicó también que el "escenario de incertidumbre" pervive todavía porque las comunidades desconocen la cifra que van a recibir. "Espero que la ministra aclare en su comparecencia en el Congreso --el próximo 25 de agosto--- sí el fondo adicional estará dotado de 11.000 millones o más", subrayó.

Feijóo insistió en que el modelo se ha construido "sin una base sólida" y supone la ruptura de "un pacto de Estado" -en referencia al sistema vigente- por lo que no puede calificarse "de éxito". "Espero que se revise en un futuro próximo", continuó, aunque insistió en que las negociaciones no han finalizado y habrá que esperar a la comisión bilateral para ver si el Gobierno cumple "sus compromisos" con Galicia.
R.