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El presidente de la Xunta se compromete a aumentar el gasto social en los presupuestos

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, garantizó que el gasto social "va a incrementar su peso" en los presupuestos de 2010, con el fin de ofrecer servicios públicos "de calidad" y "eficientes". De este modo, en respuesta a los portavoces de los grupos de la oposición ante el pleno del Parlamento, el máximo mandatario autonómico aseguró que su Gobierno hará "lo contrario" de lo que llevó a cabo el bipartito: "unos presupuestos reales que garanticen los servicios públicos y que prescindan de lo superfluo".

Para apoyar esta afirmación, evocó la "radiografía" que el Valedor do Pobo ofreció ayer del anterior Ejecutivo y la resumió en "más gastos que no se pagan y menos calidad de los servicios públicos". En contraposición, Feijóo destacó que la actual Xunta incrementó en 28 millones de euros los recursos para la dependencia con el fin de pagar a un 25 por ciento más de dependientes; y que aumentó en un cinco por ciento las plazas de escuelas infantiles y creó 740 para docentes y más de 700 para alumnos de Formación Profesional. Además, señaló que, ahora, los libros de texto son gratis "para las personas que más lo necesitan". "Eso es gratuidad total, ustedes prestaban a todas las rentas lo que necesitaban las bajas", remachó el presidente de la Xunta.

Tanto el portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, como el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Manuel Vázquez, concluyeron que los primeros meses de Gobierno del PP en la Xunta se han caracterizado por la "parálisis" y el "desmantelamiento" de los servicios públicos. "Lleva 150 días sin aprobar una medida positiva, pero sí muchas negativas", recriminó el nacionalista, tras reprobar que la "austeridad" ha derivado en una "privatización" y "reducción" de los servicios, mientras la Xunta "gasta dinero en publicidad y en conciertos con centros que segregan" a los alumnos por género. A su juicio, el hecho de que "tres de cada cuatro familias tengan que pagar los libros de texto", la "supresión" de peonadas y programas asistenciales y el "recorte" de profesores y personal de apoyo de los centros "responde a un plan ideológico de desmantelamiento de los servicios para pagar favores" y "no a la falta de recursos". Para Vázquez, Feijóo es "un especialista en paralizar el país" y lamentó su "particular ensañamiento con las políticas sociales". Tras esta acusación, recordó las promesas de "café para todos" del líder popular durante la campaña y las contrapuso con la situación actual. Así, frente al compromiso de "guardería para todos", aludió a las escuelas infantiles "cerradas"; frente a la promesa de que las listas de espera no sobrepasen los 45 días o los 60 para operaciones quirúrgicas, evocó los "quirófanos cerrados por la tarde". A esto sumó los dependientes "sin atender", la "huelga" de las escuelas de idiomas y la supresión de la gratuidad de los libros de texto.

En el plano sanitario, ante las críticas de la oposición, Feijóo señaló que los presupuestos de la Xunta dejados "en herencia" por el Gobierno bipartito preveían "cero euros" para el equipamiento del hospital de Lugo, "cero euros" para el de Pontevedra y "11 millones de euros" para expropiar los terrenos para la construcción del de Vigo. Frente a esto, aseguró que el equipamiento del hospital lucense "ya está en contratación", que en el ayuntamiento capitalino "habrá un nuevo hospital" y que, "antes de fin de año", estará licitando el de la ciudad olívica. En cuanto a las peonadas, el presidente autonómico reiteró su deseo de que la autoconcertación "sea útil" y que no constituya una forma de "pagar por la tarde lo que no se hace por la mañana"; puesto que la previsión de deuda del Servizo Galego de Saúde en el año 2009 alcanza los 400 millones de euros.

Para Carlos Aymerich, todas las actuaciones de Feijóo desde el Ejecutivo gallego responden a su "mentalidad" de que los servicios públicos se utilizan cuando no se puede acceder a lo privado. "Pero los servicios públicos, o son universales o no lo son", reclamó, al tiempo que incidió en que "no pueden ser subsidiarios de los privados".

En cambio, el jefe de la Administración gallega salió al paso de las acusaciones de estar "aplicando su ideología de una forma fanática", aludiendo a las cuentas "irreales del bipartito". Tras la promesa de elaborar unos presupuestos autonómicos "reales" y que "blinden los servicios públicos", resolvió que "no hay mejor gasto social que una política económica que funcione".

El debate se enzarzó en la Cámara gallega cuando Feijóo replicó a Aymerich que no contrataría "militantes del PP" para atender los servicios públicos gallegos, porque la política social "no consiste en hacer más de 220 contratos en fraude de ley", en alusión al Consorcio Galego de Servizos da Igualdade e do Benestar. Entre abucheos cruzados procedentes de las bancadas populares y nacionalistas, el portavoz parlamentario de la formación frentista espetó al presidente de la Xunta: "usted no contrata, despide, y también debería hacerlo con su directora xeral de Formación e Colocación", condenada por el despido improcedente de una trabajadora de hogar.

Con él coincidió el socialista, quien pidió a Feijóo que "empiece a gobernar" y "dé ejemplo" con el cese de Ana María Díaz. "Usted está más atento a la confrontación política con el Gobierno central que a la crisis en Galicia", reprochó, y le instó a que "resuelva los problemas" de la comunidad, que en su mayoría atribuyó al Ejecutivo gallego. "Es una máquina de generar problemas", concluyó Vázquez. "No soy su enemigo, soy su adversario político. Centre sus enemigos y, por lo menos, que le vayan a las reuniones que convoca", ironizó Feijóo, a modo de conclusión en referencia al plantón que alcaldes y miembros del Comité Nacional del PSdeG dieron a la reunión del pasado sábado.
R.